El Departamento de Misterios P.1

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Keyla corrió por el pasillo con la gata desmayada de Filch en sus brazos. El mapa del merodeador flotaba frente a ella mostrándole como Filch seguía una pista falsa hecha por un cohete.

Llegó hasta una armadura en el quinto piso donde se encontró con Peeves que Cacareaba como gallina. Keyla dejo la maldita gata, que le dejo una gran cicatriz en el pecho, dentro de una armadura y Peeves se encargó de encerrarla.

- ¿Filch? - Pregunto Peeves girandose de cabeza y mirando el mapa de Keyla.

- Tengo una sorpresa para él justo aquí - Keyla señaló un pasillo por el cual Filch estaba a punto de pasar. Se fijó en que Umbridge también iba directo a ese pasillo y sonrió. - Doble premio.

Ella y el fantasma se separaron, para no levantar sospechas de que Hogwarts se estaba volviendo un desastre gracias a ellos. Keyla corrió hasta ese pasillo y logro ver cómo Umbridge y Filch eran atacados por un montón de bombas de colores con mal olor.

Saco de su bolsillo unas pequeñas trampas y las agrando con su varita, las tiró al piso aprovechando que ellos no podían ver nada y fue cuestión de segundos para que ambos estuvieran contra el piso con cuerdas invisibles que causaban picazón.

Se metió a un armario que estaba cerca y saco su Saeta de fuego para volver rápidamente al comedor para cenar.

Los gemelos ya no estaban en la escuela, por lo que era su responsabilidad seguir con el legado de bromas que caracterizan a Hogwarts. Se había aliado con Peeves para ir contra Filch, y era la vendedora interna para algunos chicos que utilizaban los inventos para molestar las clases de Umbridge.

- ¿Que hiciste? - Pregunto Draco cuando vio a su prima encoger la escoba y guardarla en su bolsillo.

- Solo digamos que le di color a la vida de Umbridge - Respondió Keyla tomando un sorbo de agua para calmar su respiración.

Justo en ese momento las puertas del comedor volvieron a abrirse, mostrando a una Umbridge teñida de amarillo pato. Dirigió su vista directamente a la mesa de Slytherin pero como Keyla estaba mirando el plato y comiendo de forma tranquila sin una sola pista de que fue ella la responsable, no pudo decir nada.

- Keyla - la llamo Pansy pasándole unos galeones bajo la mesa - Tres barras de regaliz vomitivo, son un existo.

Como Pansy quería entrar al negocio de la familia, también empezó a vender los productos Weasley junto a Keyla. Lo cual beneficiaba a las dos, porque Pansy estaba trabajando y recibiendo paga y Keyla vendía los productos como si fueran perros calientes.

Lo único malo es que cuando pudiera recibir cartas que no fueran el estúpido profeta, esperaba por lo menos dos vociferadores de Molly.

- Oye - Murmuro Draco llamando la atención de Keyla - ¿Hablaras con Granger?

Keyla miro a la mesa de Gryffindor dónde Hermione estaba con un libro, estudiando para los TIMO'S que empezarían el lunes.

- No lo sé... Ron tardó un mes en convencerla para hablar conmigo, tal vez descubrió que de verdad me odia - Susurro Keyla jugando con su sandwich. - ¿Y si no me cree?

- Si claro, porque Ginny no ha tenido que soportar su llanto durante todo el mes - Habló Pansy sarcástica y Theo la miro.

- ¿Hablas con mi novia?

- Desde que Keyla y Granger eran ciegas y no se daban cuenta de que se gustaban - Respondió Pansy.

- Bueno, se supone que nos veremos cuando la cena termine y espero no encontrarme con otra Hermione falsa - Habló Keyla mirando con miedo a Hermione.

¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora