¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)

¡Papá derrote un Dragón!

Keyla miraba el despacho de Moody con curiosidad. Cuando Lockhart era maestro, todo el cuarto estaba lleno de fotos de él y cuando tuvo el placer de ser estudiante de Lupin, tenía muchas cosas de criaturas extrañas y ese tocadiscos que tanto le gustó.

Estaba advirtiéndole a Fleur sobre los dragones, pero apareció Ojoloco y le pidió que fuera a su despacho. Era como una maldición que ese hombre parecía tener todas las respuestas de su situación actual.

- Si espera que le diga porque sé sobre los dragones, pierde su tiempo - Habló Keyla cruzándose de brazos en la silla.

- Eso no me interesa, la trampa es una estrategia que se utiliza en el torneo mucho antes de que nacieras.

Keyla rodó los ojos.

- ¿Falte en alguna clase? - pregunto tratando de encontrar la razón para estar en ese despacho.

- No, lo cual me sorprende - Respondió Ojoloco - ¿Ya sabes cómo burlar al dragón?

- No

- Bien, no te diré cómo hacerlo, pero como tú maestro puedo darte algunos consejos generales y el primero es: aprovecha tu punto fuerte.

- ¿Mi punto fuerte? ¿De que me sirve hacer enojar a Snape para enfrentar a un dragón? - pregunto Socarrona.

- Eres buena en pociones, pero he visto tu historial escolar y se ve que tienes ventajas en mi clase. Al parecer ese es tu punto fuerte.

- ¿Que quiere? ¿Que mate al dragón? - Por la cara que hizo Moody, Keyla obtuvo la respuesta y no le gustaba - No puedo simplemente hacer un maleficio imperdonable frente a miembros de ministerio.

- Conecta puntos niña, no es necesario un maleficio, pero haz aprendido muchos hechizos buenos en esta clase - Keyla volvió a rodar los ojos con molestia.

Lupin le hubiera explicado mejor, es más, Lupin no la hubiera dejado participar.

Estaba siendo injusta con Moody, pero prefería pensar que al final del día era Lupin quien revisaría sus trabajos y que la llevaría a enfrentar dementores.

Ay los dementores, extrañaba enfrentarse a ellos y ver a su perrito gigante perseguirlos.

- Bien, revisaré todos los hechizos que he hecho en cuatro años y tal vez alguno me sirva ¿Ya me puedo largar? - Mientras que un ojo de Moody la miraba fijamente, el otro estaba dando vueltas por toda la habitación.

El maestro asintió y Keyla se levantó, hizo una reverencia cansada y salió del despacho casi corriendo.

Estaba loco si creía que mataría o hechizaría al dragón. Pero tal vez otro hechizo si le funcione.

Y esa noche mientras caminaba por el pasillo para ir a la sala común, se encontró con una Hermione que corria con un montón de cosas entre sus brazos.

- ¿Estás bien, gatita? - Pregunto Keyla parando a Hermione - Pareces alterada.

- Harry me altera, quiere aprender un hechizo para antes de la prueba - Explico la castaña, Keyla sonrió y con su varita hizo levitar los objetos de los brazos de Hermione.

- Creo que a veces olvidas que eres bruja - Río Keyla mirándola - Es leviósa, no leviosaaaa

Hermione río mientras Keyla se apoyaba en una pared y jugaba con los libros en el aire. Hermione se paro a su lado respirando más tranquila.

El olor a fresa llegó a la nariz de Keyla y una idea muy rápida paso por su cabeza en ese momento.

Estás loca, Black.