El amor de Harry.

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Keyla dormía plácidamente sobre esa manta en el suelo, su ropa estaba donde antes se encontraban las dos mantas que la cubrían ahora. Algunas envolturas de dulces la rodeaban y las velas ya se habían consumido en su totalidad.

Los recuerdos de esa noche se convirtieron en suspiros que eran cubiertos por uno de los cojines en dónde Keyla dormía.

Detrás de ella, con una suave sonrisa se encontraba Hermione, apreciando a la chica junto a ella. Sus dedos recorrían la espalda de su novia, dándose cuánta de que las cicatrices de Keyla parecían formar constelaciones en su piel.

Por una vez, no tenía apuro de despertar o de levantarse para ir a estudiar. Era domingo y podía quedarse en esa posición todo el día si quisiera.

Sin necesidad de alcohol, sin necesidad de morbo, sin necesidad de preocuparse, se había entregado a Keyla de la forma más pura posible. Con cariño, con aprecio, con deseo, Con sinceridad y con amor.

Hubiera deseado haberlo hecho cuando Keyla era Keyla y tenía sus recuerdos intactos. No con su versión inocente y despreocupada, porque le hubiera gustado saber que era lo que Keyla sentía de verdad.

Keyla giro sobre si misma, quedando frente a frente con Hermione, pero con su mente aún hundida en sueños.

Era gracioso lo expresiva que podía llegar a ser Keyla incluso dormida. Tenía una pequeña sonrisa en sus labios, mostrándole a Hermione que no estaba soñando las cosas horribles que siempre sueña, sino que está tranquila y feliz.

Deseaba no perder esa tranquilidad, pero cuando vuelvan a sus vidas cuando salgan de esa habitación, la perderían.

Mientras tanto solo disfrutaba de lo hermosa que era Keyla dormida bajo la tenue luz de esa mañana.

Estiró el cuello y dejo un beso en los labios de su novia sin necesidad de despertarla.

- En la nariz - Susurro Keyla y Hermione la miro divertida.

Cambio la dirección y beso la punta de la nariz de Keyla haciendole cosquillas. Black reía mientras seguía pensando que estaba en un sueño.

- Dormilona - Murmuro Hermione subiendo los besos hasta la frente de Keyla.

- Soy como un oso dormilón - Habló Keyla entredormida, jurando haber escuchado un ronroneo por parte de la castaña. - Pareces un gato.

- ¿De verdad? - Pregunto Hermione sosteniendose con sus codos para mirar a Keyla.

- Como una pequeña gatita - Dijo tomando un mechón de cabello de Hermione y enredandolo en su dedo.

- Puedes decirme así si quieres, suena lindo viniendo de ti - Dijo Hermione y Keyla sonrió.

- Tenía miedo de que cuando despertara, tu ya no estuvieras aquí - Admitió Keyla. - Pensé que fuiste un sueño.

- Espero no haber sido una pesadilla - Murmuro Hermione apoyando sus brazos a los costados de su novia.

- ¿Con esos ojos y esa sonrisa? - Jugó Keyla acariciando los brazos de Hermione. - Eres más una ilusión.

- ¿Aún cuando no me recuerdas?

- ¿Cómo estás tan segura de eso? - Pregunto Keyla. - En primer año logramos atrapar una llave voladora juntas. En segundo te convertiste en un gato, literalmente. En tercero tu fuiste la que me dijo que yo le gustaba a Ron. En cuarto fuiste al baile con Víctor Krum y en Quinto sentías celos de Luna Lovegood...

- ¿Quien te dijo todo eso? - Pregunto Hermione colocando su cabeza en el pecho de Keyla.

- Tu, anoche, mientras me besabas, recordé muchas cosas - Informo Keyla acariciando el cabello de Hermione. - ¿Cómo están tus padres? Hace mucho no sé de ellos.

¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora