¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)

Los dientes más grandes del mundo 🏆

- ¿Keyla? - preguntaron los tres campeones cuando la chica entro a la habitación seguida de Harry.

Keyla los vio ahí, tan imponentes e iluminados por el brillo del fuego de la chimenea. Y ella sentía que podía lanzarse de la ventana en ese momento.

Sin embargo no podía dar la impresión de querer suicidarse solo porque el Cáliz, de alguna forma, la eligió para ser la quinta y última campeona.

- ¿Todo bien, Black? - pregunto Cedric - ¿Potter?

Ambos pelinegros asintieron. La voz no salía de su garganta y solo se limitaban a mover su cabeza.

- ¿"Quieguen" que volvamos al "comedog"?

Keyla se mordió el labio para intentar que no temblaran. No tenía idea de cómo explicarle a los tres campeones que ella y Harry los acompañarían en la prueba.

Aún tenía la ligera esperanza de que Dumbledore arregle las cosas, y que ella pueda un año tranquilo.

- ¡Fantástico! - Los cinco miraron a Ludo Bagman, que se acercaba apresurado a Potter y Black. Tomo un brazo de cada uno y los hizo ir hasta los otros tres - Caballeros, Señorita. Les presento al campeón número cuatro - movió el brazo de Harry - y número cinco - movió el brazo de Keyla.

- Suelteme - murmuro Keyla tirando de su brazo.

- Pero... Tienen catorce - Habló Cedric de forma cortes pero desconcertada.

- Son demasiado jóvenes "paga" "competig" - Le siguió Fleur.

El único que lo decía nada pero que parecía estar juzgandolos muy duramente era Viktor Krum.

- Bueno... esto ha sido muy extraño - reconoció Bagman, mirando sonriente a Harry y Keyla - Pero, la restricción es una novedad de este año, impuesta sólo como medida
extra de seguridad. Y como su nombre ha salido del cáliz de fuego... Quiero decir que no creo que ahora haya ninguna posibilidad de hacer algo para impedirlo. Son las reglas, chicos, y no tienen más remedio que concursar. Tendrás que hacerlo lo mejor que puedas...

- Contra mi maldito cadáver - Respondió Keyla entre irá y temor - Yo no puse mi nombre en el cáliz, estoy segura de que Harry tampoco. Y no vamos a participar.

Antes de que Ludo siguiera insistiendo en que tenían que participar. Los tres directores, El señor Crouch, la profesora Mcgonagall y el profesor Snape, entraron a la sala. Tanto la directora de Beauxbatons, como el director de Durmstrang, pedían explicaciones. Ya que era completamente injusto que Hogwarts contara con tres campeones.

- No debemos culpar a Dumbledore - Habló Snape y miro a los dos pelinegros - Potter y Black son los que deben dar explicaciones. Se acostumbraron a ser el centro de atención desde que llegaron a Hogwarts. Y si mal no recuerdo, teníamos un acuerdo, Señorita Black.

- Que gran confianza me tiene maestro - Bufo Keyla cínica - ¿Usted cree que me gusta estar al borde de la muerte todos los años?

- ¿Quiere declararse completamente inocente desde su primer año? - Pregunto Snape con un ligero bufido de cansancio.

- No, porque yo no soy una quejica - Los ojos de Keyla y Snape ardieron con el mismo fuego infernal.

- Alto los dos - ordenó Dumbledore y los dos apretaron los labios - Harry, Keyla ¿Pusieron sus nombres en el cáliz? - Pregunto Dumbledore calmado.

Ambos negaron, consientes de que todos los miraban fijamente.

- ¿Le pidieron a algún alumno mayor que echaran su nombre en el cáliz de fuego? - inquirió el director.