Noche de "estudios"

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Keyla miro la puerta del despacho con resentimiento, no podía dejar que sus sentimientos negativos ganarán y entrara matando a la maestra de un solo hechizo.

Cada vez era más difícil, pero era su último castigo, al menos por esta semana.

Estaba segura de que el lunes haría algo que no sería del gusto de la vieja y terminaría con otro castigo.

Entro con un gran y pesado respiro encontrandose con la sonrisa dulce de Umbridge. Antes de que la maestra dijera nada, Keyla se sentó en su sitio y empezó a escribir.

No debo decir mentiras.

Las palabras se fueron trazando lentamente en su mano izquierda.

No debo decir mentiras.

La herida se abrió, ocasionando un pequeño ardor.

No debo decir mentiras.

La sangre empezó a gotear de su mano mientras ella seguía abriendo más y más la herida.

No la mates, no lo hagas, puedes soportarlo.

Media hora después Umbridge los dejo parar, Harry estaba enojado por no poder ir a su prueba y Keyla... Bueno ella estaba enojada todo el tiempo.

- Veamos si han captado el mensaje - Igual a la primera vez, la maestra tomo la mano de ambos con una herida mucho mayor.

Keyla sintió una gran punzada, tan grande como para quejarse pero no tanto como para desmayarse. No fue por su mano, hubiera deseado que así fuera, fue su cabeza.

Miro a Harry de reojo, él tenía una ligera mueca de dolor pero Keyla estaba segura de que tampoco era por la mano. Ambos se miraron un poco preocupados y después miraron a la maestra.

- Duele ¿No es verdad?

Esa frase tenía doble sentido, como si la maestra supiera que no solo la mano les dolía, pero ellos no podían decir nada o los castigaría inmediatamente.

- Creo que he dejado en claro mi punto de vista, jóvenes. Pueden retirarse.

Tan pronto como Umbridge los soltó ellos se tomaron de la mano y salieron rápidamente del despacho.

- ¿Te dolió la cabeza? - Pregunto Harry tratando de no sonar alarmado.

- Si a ti te dolió la cicatriz y a mi la cabeza... Significa que él está cerca... - Keyla abrió la puerta para salir del salón estrellándose con Draco.

- ¿Que les dolió que? - Pregunto rápidamente y Keyla y Harry se soltaron rápidamente. - ¿Que les hizo esa vieja? Ya vengo.

Draco hizo un Ademán para ir al despacho de la maestra, pero los pelinegros lograron pararlo y sacarlo a rastras hasta el pasillo.

- ¿Que haces aquí? Lo último que necesito es que Umbridge la tomé contigo - Hablo Harry tomando a Draco de los hombros.

- ¿Que hago? Venir a ver a mi pareja la cual está siendo torturada por un sapo que habla - Respondió Draco - Puedo cuidarme solo, no necesito que tú vengas a salvarme.

- No te estoy salvando de nada, y estoy bien. Solo trato de evitar que cometas una estúpidez.

- No me importa - Bufo Draco cruzándose de brazos y tratando de calmarse. - Volvamos al principio, ¿Les dolió la cicatriz y la cabeza cuando estaban con ella?

- No debió haber Sido nada, me duele desde el verano - Habló Harry en el mismo tono defensivo.

- Para ti nunca es nada - Gruñó el rubio.

¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora