Me sacudí en mi cama haciendo una pataleta hacia mi misma. ¿Por qué le había dicho eso a Miguel?
Llevaba dos semanas sin hablarme y desviaba su mirada cada vez que ocasionalmente nuestras miradas se encontraban.
Golpeé mi frente con mi mano repetidas veces.
Torpe, torpe, torpe.
—Se te hace tarde, Melisa. —Me regañó mi mamá entrando a la habitación. —¡No te has bañado aún! —Dijo sorprendida.
Le mostré una sonrisa y ella resopló negando.
—Apúrate. —Dijo dándose la vuelta para dejar mi habitación.
—¿Puedo faltar hoy? —Pregunté rápidamente.
—Ni lo pensés. —Dijo cerrando la puerta.
Solté un chillido y me levanté de la cama para organizarme. Hoy no quería ir al colegio porque estaba harta de estar incómoda con Miguel, y no sé que clase de hechizo le hizo a mi corazón pero me gusta mucho.
Crush.
Así lo llaman los jóvenes.
Miguel Palacios de la nada se había convertido en mi crush y, lamentablemente, mi vida ahora giraba entorno a él.
Negué con la cabeza varias veces mientras estaba sentada en el comedor.
—¿Y a vos que te sucede? —Preguntó mi papá mirándome, mientras comía al tiempo que veía algo en su celular.
—Nada. —Dije tomando aire y comenzando a comer.
Miré el reloj en la pared y seguidamente a mi padre que parecía muy distraído en su celular.
—Creo que se te hace tarde. —Dije y el miró el reloj con los ojos muy abiertos.
—¡No puedo llegar tarde hoy! —Dijo angustiado mientras se levantaba y tras agarrar las llaves del auto se fue rápidamente.
Mi mamá bajó las escaleras pero ya mi papá se había ido.
—¿Y a éste qué le pasó? —Preguntó ella confundida mientras iba a sentarse a mi lado.
—Está muy entretenido con su celular nuevo. —Dije alzando los hombros.
—Me arrepiento de habérselo dado. —Dijo negando con la cabeza a lo que yo reí un poco.
—¿No te vas a comer la manzana? —Dijo mirando mi plato.
—No tengo ganas de manzana. —Dije negando con la cabeza mientras hacía un puchero con los ojos cerrados.
Esperé algún mimo por parte de mi mamá, pero al solo obtener silencio abrí mis ojos y me encontré con la mirada extrañada de mi mamá.
—¿Qué te pasa? —Preguntó confundida.
Solté un quejido y empujé a un lado mi plato.
—¡Me gusta un pibe que no me quiere! —Dije y recosté mi cabeza en el comedor de la mesa.
—¿Es en serio, Melisa? —Preguntó mi mamá sonriente.
—¿Por qué sonreís? —Dije mirándola mal.
—Porque nunca me habías dicho que te gustara un pibe. Digo, salís con chicos y eso, pero nunca me habías dicho ésto. —Dijo mi mamá y resoplé.
—Igual, no le gusto. —Dije y ella alzó ambas cejas.
—¿Y qué tiene? —Preguntó mirándome.
—¿Cómo que qué tiene? Quiero gustarle. —Dije obvia.
—Bueno, a las personas no les gustas por arte de magia. —Dijo mi mamá y la miré atenta. —Tienes que conquistarlo.
—Es que él es tan.. lindo pero terriblemente antipático, me provoca ternura pero es frío, ¡es tan confuso!
Ella asintió y sonrió tomando mi mano.
—Si lo querés vas a tener que conquistarlo aunque sea difícil. Normalmente los chicos fríos esconden muchas cosas que te va a gustar encontrar. —Dijo y yo ladeé mi cabeza. —Algo así me pasó con tu papá.
Sonreí. Ella siempre tiene razón en todo.
—Gracias mamá. —Dije dándole un beso y saliendo corriendo de casa.
Tenía una nueva tarea que iba a cumplir.
Ayayay.<3
¿Cómo va todo?
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Cold [✓]
FanfictionEn 'Cold' Melisa se aventura en un romance adolescente lleno de drama al entrometerse en la vida del chico callado de su salón, quien al parecer tiene un corazón frío. Novela llena de cliché, romance, drama y comedia.