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Ya el próximo fin de semana iba a ser el campamento y estaba verdaderamente emocionada. Mamá me había dado permiso por supuesto, y, aunque mi papá lo dudó un poco, también accedió. Claro, con algunas restricciones en las que me recalcaba el distanciamiento con los chicos.

Si tan solo supiera que yo no tengo amigos.

Claro, exceptuando a Alonso, que ha sido el mejor del mundo conmigo. No me ha dado indicios de nada más que una amistad luego de ese beso, y me parece bien, aunque sinceramente ya no sabía muy bien que estaba sintiendo por él.

Digo, capaz me gustaría intentar algo con él, no lo sé.

Era de noche y viernes, no saldría hoy, por lo que puse una serie para empezar a disfrutar de la noche. Hoy no me iba a deprimir.

Estaba ya en pijama, cubierta con la manta que me respaldaba del frío, cuando escuché la ventana de mi habitación ser abierta.

Mi cuerpo se puso tenso y yo miré hacia la ventana asustada, y la sensación de susto desapareció para esta vez, ser reemplazada por la confusión e impresión.

—¿Mateo? —Dije frunciendo el ceño.

Él me miró y noté sus ojos algo hinchados y rojizos, sus labios estaban también algo hinchados. Había estado llorando, eso era seguro.

—¿Qué te pasó? —Pregunté preocupada levantándome de la cama. —¿Estás bien?

Él negó con la cabeza y no pude evitar abrazarlo, él correspondió el abrazo y hundió su rostro en mi cuello sollozando bajo, haciendo que mi corazón doliera.

Él se separó y se limpió las lágrimas antes de mirarme a la cara.

—Lo siento, es que, no debería estar aquí pero es que de verdad me sentía muy mal. —Dijo y yo pasé saliva antes de asentir.

—No pasa nada, sentate. —Dije mientras me sentaba en mi cama, invitándolo a hacerlo también.

La verdad es que siendo otra la situación, probablemente le habría pedido que se fuera, pero viéndolo así, sería simplemente incapaz.

—¿No querés hablar de eso? —Pregunté al verlo permanecer en silencio.

Puse una mano en su hombro y él suspiró antes de mirarme. Sus ojos aún estaban hechos un cristal.

—Hoy fui a ver a mi tía por primera vez. —Dijo con voz quebrada.

Me sorprendí un poco ante eso.

—Oh. —Dije y, al menos me alivié de que estuviera viva.

—No sabés como estaba, no es la misma. —Dijo antes de hundir su rostro en sus manos.

No sabía como manejar la situación. Pasé mi mano por su espalda suavemente.

—Todo va a estar bi..

—No lo digás. —Me calló Mateo levantando su rostro para mirarme. —Nada está bien.

Mordí mi mejilla interna algo incómoda.

—Quisiera poder ayudarte.. —Dije y él se acercó a mi hasta apoyar su cabeza en mi pecho.

Tomé aire al sentir su cercanía y suspiré al sentir sus brazos rodear mi cintura.

Por más que no quisiera, me gustaba mucho ese contacto cálido, me gustaba mucho tenerlo aquí conmigo.

—Con tu presencia es suficiente..







Bueno gente.

Hoy solo subiré este porque no tengo tiempo, pero las amo hermosas<3

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora