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Caminé temblorosa hasta donde el profesor y apoyé mis manos en su escritorio para tratar de darles firmeza, ya que éstas no paraban de temblar.

—¿Qué pasa? —Pregunté y me enojé internamente cuando apenas y yo misma oí mi voz.

—¿Podés desatrasar a Mateo? —Preguntó el profesor.

Miré de reojo a Mateo y me estremecí al ver que me miraba fijamente.

¿De donde tan atrevido? ¿En qué momento hubo ese cambio?

No podía creer que fuera él ahora quien me intimidara a mi.

—Sí, claro que sí. —Reí nerviosa.

Maldije internamente porque me sentía enormemente torpe.

—Entonces.. eso es todo señor Palacios. —Dijo el profesor con una sonrisa.

—Supongo. —Dijo Mateo con una sonrisa muy fingida a mi parecer.

Yo volví a mi asiento y traté de regular mi respiración.

Con tan solo pestañear, podía casi volver a sentir su mirada sobre mi, con tanta frialdad, con ese frío que llega hasta el extremo de quemar.

—¿Todo bien? —Preguntó Sofía a mi lado. —Estás muy pálida.

—No creo que me sienta bien. —Dije sintiendo náuseas de pronto.

Sofía arrugó un poco el ceño y me ofreció un dulce para que se me pasara.

Me sorprendí mucho al ver que me había prestado un poco de su atención y me había ayudado.

Supongo que al final solo se dejó manipular, pero es una buena chica.

—Graci.. —El sonido del timbre me interrumpió.

—No me lo agradezcas. —Dijo ella tomando su mochila antes de salir.

Bufé antes de levantarme de mi puesto.

Empaqué las cosas con pereza y mi corazón volvió a empujar mi pecho con rudeza al recordar que tenía que ayudar a Mateo para ponerse al día.

Agarré mi mochila y con los nervios comiéndome completa, caminé hasta él, que se encontraba aun guardando sus cosas con Camilo.

—Eh, hola. —Dije tratando de sonar natural.

Mateo me miró fijamente, guardando silencio. Ay, ¿por qué es así?

—Bueno, necesitaba preguntarte como necesitabas mi ayuda. —Dije. —Me refiero a que..

—No pasa una. Gracias por aceptar pero cualquier cosa Camilo me dijo que me ayudaba. Un poco denso el profesor de historia nada más. —Dijo Mateo haciendo una mueca.

Suspiré y formé una fina línea con mis labios.

—Si necesi...

—Ya me voy. —Dijo Mateo mirando a Camilo. —Gracias, eh.

Ambos salieron del aula dejándome completamente callada.

Mis ojos comenzaron a mojarse.

No dejes que te afecte, no te dejes que te afecte.






Oush

2/3

Gracias por las 100k leídas y 14k votos!!
Cold es mi novela que mas ha recibido apoyo.
Muchísimas gracias por eso y voy a seguir esforzándome.❤❤❤

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora