Mateo
Estaba frente a la gran fogata mirando perdido el fuego.
"Mateo no es un chico frío, es un cagón".
Claro, ella tenía toda la razón, pero el disgusto por haber escuchado esas palabras por parte de ella me había hecho retroceder.
Estaba tratando de pensar bien las cosas, es que, a veces quisiera simplemente dejar las cosas así, pero las ganas de tenerla entre mis brazos me ganan.
«Que mis problemas sabes qué, se llaman tú. Solo por eso, tu me ves hacerme el duro, para sentirme un poquito más seguro».
—Mateo, tenemos que hablar, ya. —Escuché a Melisa a mi lado.
La miré un poco sorprendido, ¿en qué momento llegó ahí?
Sus ojos estaban cristalinos y mordía ligeramente su labio inferior.
—Por Dios, si no te importa, dímelo. —Dijo desesperada.
Abrí un poco mi boca tratando de hablar.
Ella estaba nerviosa, y eso la suele alterar.
—Claro que me importa. —Reaccioné.
Me levanté de mi puesto y casi sin darme cuenta tomé su mano. Pude sentir como se tensaba y sonreí para mis adentros.
—¿Necesitamos privacidad? —Pregunté.
Ella bajó un poco su mirada y asintió.
Miré al profesor y me di cuenta de que se encontraba demasiado entretenido con los demás chicos, miré a Camilo y se estaba riendo con Isabella.
¿Esos dos se traerían algo?
No lo pensé más y me alejé de la fogata para irme con Melisa. Caminé detrás de la cabaña, llevándola de la mano, y nos adentramos un poco en el bosque.
—¿Acá está bien? —Pregunté.
—Sí, Mateo, por poco nos sacas de la ciudad. —Dijo ella y reí.
Ella sonrió pero volvió a mirar a otro lugar nerviosa.
—¿Qué sucede? —Pregunté al ver que ella parecía no tener el valor para hablar.
Tomé una profunda respiración y acerqué mi otra mano lentamente hasta la suya para entonces atraparla también. Se sentía bonito tener sus manos entre las mías.
—Ma.. m-mateo.. —Ella estaba demasiado nerviosa. No entendía que le sucedía.
Su pecho subía y bajaba de forma notoria.
—¿Qué..
—¡Deja de presionarme! —Exclamó mientras se ponía roja.
Me sobresalté un poco y luego reí.
—Como te amo. —Reí.
Melisa se quedó completamente pasmada, pálida.
Me mordí el labio al darme cuenta de que lo había soltado así nada más.
Mi corazón se aceleró ante el momento más la miré a los ojos.
Sonreí nervioso. —¿Te sorprende?
—Mateo..
—Es obvio. —Dije pasando saliva.
—No lo habías dicho..
—Lo hice cuando estabas dormida, porque.. no soy un chico frío, sino un cagón. —Dije.
Ella abrió un poco sus ojos y sus mejillas se pusieron rojas.
—Eso lo dije por..
—No importa, tienes razón. —Dije alzando los hombros.
—Pero Mateo..
—¿Qué me querías decir? —Pregunté cortando el tema.
Melisa pasó su lengua suavemente por su labio inferior y tuve que desviar un momento mi mirada porque si no iba a besarla aunque ella no quisiera.
—Quería hablar sobre lo que siento por vos. —Dijo provocando que volviera a mirarla.
—¿Que sentís por mi? —Pregunté mientras mi corazón se empezaba a mover con rapidez en mi pecho.
—También te am..
No lo pensé, solo estampé mis labios contra los suyos mientras bajaba mis manos a su cadera para apretarla a mi.
Y entonces, llegó el momento brooo.
Ey, saqué una fic del c.r.o gente, vayan a leerla antes de que llore, ahre, pero xfis vayan<3
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Cold [✓]
FanfictionEn 'Cold' Melisa se aventura en un romance adolescente lleno de drama al entrometerse en la vida del chico callado de su salón, quien al parecer tiene un corazón frío. Novela llena de cliché, romance, drama y comedia.