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La idea de haber hecho un matutino fue muy tentadora y, de no haber sido que seguía muy avergonzada por todo lo que hice ayer. De no haber sido por eso, probablemente estaríamos cogiendo en su cama, razón por la que estoy ofendida conmigo misma.

Sin embargo, ambos nos encontrábamos desayunando ahora en la mesa de su casa.

Mateo agarró su celular y comenzó a marcarle a alguien.

—¿A quién llamas? —Pregunté.

—Mi tía, pero no contesta. —Dijo él extrañado.

Mi corazón se aceleró al recordar lo que su tía me había dicho.

Era poco correcto que yo le ocultara ese hecho, pero no me sería fácil decírselo. Además era decisión de su tía.

Quería pensar que por saberlo no era asunto mío, no es mi trabajo decírselo.

—Me preocupa cuando no contesta. —Bufó. —Ah, olvídalo. Ya me contestó.

Él sonrió mientras miraba el celular, se notaba que la quería mucho.

—¿La extrañas mucho? —Pregunté.

Él levantó la mirada del celular y asintió suavizando su sonrisa.

—Es lo mejor que tengo. —Suspiró.

Por favor, que no se muera.

Sonreí. —¿Me tengo que poner celosa? —Pregunté.

Él negó con una sonrisa.

Ambos nos quedamos mirando y su sonrisa se desvaneció lentamente.

—Quiero presentarte a mi papá. —Dijo él, sorprendiéndome.

No sabía si decirle que ya sabía que su padre estaba muerto, pero vi más prudente no hacerlo, así que solo sonreí.

—Me parece estupendo, si de verdad querés presentarmelo. —Dije y él asintió lentamente.

—Él.. —Mateo se quedó en silencio. —Se sentirá feliz de que tenga una novia como vos.

Yo no pude evitar sonreír y mis mejillas se sonrojaron.

Luego de esa charla en el comedor, Mateo y yo nos organizamos para ir a mi casa, ya que Mateo no tenía ánimos de salir y decía qje quería conocer más a mi mamá.

—¿Siempre tomas tanto? —Preguntó Mateo.

Yo tapé mi cara al recordar de nuevo eso.

—No, solo que ayer estaba triste. —Dije y em frunció el ceño.

—¿Por qué? —Preguntó.

Alcé los hombros con pereza.

—Mis amigos están muy raros, y vos habías estado muy serio conmigo. —Dije y lo miré. —¿Estabas enojado conmigo?

Mateo miró al frente y negó con la cabeza.

—Estaba serio porque.. me puse celoso. —Dijo Mateo sin mirarme.

Detuve mis pasos.

—¿Celoso? —Pregunté confundida.

—Es que.. —Él bufó. —Es obvio que Lorenzo te tiene las re ganas y me puse celoso verlos en clase de deportes juntos. Y él te mira como.. es como..

Yo me reí al ver que no sabía como expresarse y que su carita demostraba total frustración.

—¿Te da risa? —Preguntó Mateo mirándome mal.

—No, yo te entiendo. Capaz debería alejarme de Lorenzo, ¿eso te gustaría? —Pregunté tomando su mano.

Él me miró a los ojos y luego de unos segundos negó con la cabeza.

—Yo no te pediría que te alejes de tus amigos.





Holas❤

Estamos de nuevo en #1 trueno y #1 mateopalacios.
Gracias por leer la fic❤

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora