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Melisa

—Teo. —Dije mirándolo.

Mateo me miró y yo formé una sonrisa.

—¿Te puedo llamar así? —Pregunté.

—Sí. —Pronunció mientras terminaba de guardar sus útiles.

—¿Qué harás hoy? —Pregunté mirándolo. —¿Tenés planes? 

El negó con la cabeza.

—¿Puedo ir a tu casa? —Pregunté ansiosa por su respuesta.

Mateo pareció pensarlo un poco pero, lo importante es que terminó accediendo.

Sí, como habrán notado Mateo no parece ser el mejor novio del mundo, de hecho, no aparentaba ser uno.

Era extraño porque tampoco veía intenciones por si quiera darme un beso, ¿uno en la mejilla? tampoco.

Me preguntaba si era porque era tímido hasta cierto punto o, si acaso era porque no le gustaba. Como fuera, prefería imaginar que era la primera.

—¿Vamos juntos? —Propuse.

El asintió con la cabeza y yo sonreí alegre antes de emprender un viaje a su casa. Sería la segunda vez que iría pero nuestra relación parecía ser diferente.

—¿Alguna vez tuviste novia? —Pregunté.

Negó con la cabeza una vez más y guardó sus manos en sus bolsillos.

—¿Soy la primera novia que tienes? —Pregunté curiosa.

Me emocioné mucho por dentro cuando vi como asentía con la cabeza. Me gustaba mucho el hecho de ser su primera novia.

—¿Por qué no tuviste novia antes? Eres muy lindo. —Dije y sonreí cuando vi como una sonrisa aparecía también en su rostro a la vez que un leve sonrojo lo hacía en sus mejillas.

Pronto estuvimos en su casa y Mateo me dejó pasar enseguida, cerró la puerta y subió a descargar su mochila mientras yo me sentaba en su sofá.

—¿Tus papás están? —Pregunté cuando lo volví a ver.

—No están nunca a ésta hora. —Respondió antes de sentarse a mi lado. —¿Querés algo de tomar?

Negué con la cabeza.

—Alguna vez quisiera conocerlos, ¿querés conocer a mi mamá? —Dije y Mateo desvió la mirada. —Bueno, quizá es muy pronto. —Dije asintiendo.

Mateo se quedó en completo silencio, logrando que yo comience a sentirme incómoda. 

Era muy confuso, parecía no tener ningún interés por mi, pero, me confundía el hecho de que hubiera accedido a ser mi novio. 

—También eres el primer novio que tengo. —Dije y Mateo arrugó el ceño.

—¿Creés que va a funcionar? —Preguntó Mateo de inmediato, tomándome por sorpresa.

No sabía que decirle. En realidad, yo no podía expresar mucho sobre mis sentimientos. 

Mateo me gustaba mucho y, sobre todo, me causaba curiosidad.

—Sí.. bueno, supongo.. —Dije tratando de sonreír. —Quiero decir, para saberlo hay que intentarlo, ¿no? 

Mateo asintió mirando ésta vez al frente.

—Teo. —Volví a llamarlo.

El giró a mirarme y me acerqué un poco más para cortar la distancia. Cerré los ojos al ver que estábamos cerca de unir nuestros labios.

Pero el momento parecía no llegar, así que volví a abrir los ojos y me di cuenta que Mateo había desviado su atención de nuevo al frente.

No podía ocultarme a mi misma que me dolía mucho que fuera así, no sé por qué insistía si al final sabía que yo no le gustaba.

Solo me levanté de allí y salí de su casa sin despedirme.








Si ya me conocen, deberían saber como va a terminar ésto.

Las amo<3

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora