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El nudo en la garganta que tenía desde que el profesor empezó a hablar, desapareció cuando mencionó “el campamento”.

—Vamos a trabajar un poco con excursión, investigación sobre el lugar y bueno, claramente haremos cosas divertidas, haremos una fogata, les prometo que será increíble. —Dijo el profesor con una sonrisa.

No me animaba mucho por las personas que iban a ir, claramente saben que me refiero a Lorenzo y los demás chicos, pero es que me emocionaba la idea de un campamento.

—¿Hay pileta? —Preguntó una chica.

—No, pero hay un hermoso lago para nadar. —Dijo el profesor.

—¿Está el monstruo del lago Ness? —Dijo un pibe haciendo que todos rieran.

—¿Hay que llevar carpas para acampar? —Pregunté.

—No, Melisa. Va a haber cabañas. Dos secciones, una de hombres y otra de mujeres. —Dijo el profesor y yo asentí.

—Lo más importante chicos, es que esto es una ayuda para recuperar la materia. Les daré notas por las actividades que haremos allí, obviamente depende del rendimiento que presenten. —Dijo y todos se quedaron en silencio, atentos. —A muchos les ayuda un poco, pero a otros, como Mateo y Lorenzo, les ayudará a salvar la materia. Así que más vale que vayan.

—Yo no iré. —Dijo Mateo haciendo que todos giremos a mirarlo.

El profesor bufó.

—Ay, Mateo. ¿Por qué sos tan difícil? —Dijo el profesor frustrado.

Mateo desvió su atención a la ventana y alzó los hombros.

—Más vale que te lo pensés. —Dijo el profesor y se sentó en su puesto soltando un pesado suspiro.

Suspiré también, que terco que es a veces.

Quería decirle que dejara de ser tan terco, que fuera y salvara el año. Prácticamente se lo estaban regalando.

Aun así, después de la conversación que acabábamos de tener, no veía conveniente acercarme como si nada y decirle.

“Oye, ve al campamento”.

Tengo que dejar de preocuparme por él.

Camilo se le veía un poco molesto, se nota que ya no sabe como sobrellevar la situación con su mejor amigo.

Mateo se estaba destruyendo.

¿Su tía habrá mejorado?

Cuando salí del colegio aproveché que Mateo se había ido primero y Camilo estaba aun en el colegio, con su semblante serio.

Lo saludé y el me brindó una media sonrisa, no esperaba más, puesto que él no estaba de humor.

—Se que no estoy en mi derecho, y que probablemente vos no querés hacerlo, pero por favor convencelo de que asista al campamento. —Le pedí.

Camilo me miró y tomó aire, como buscando que decir.

—Yo tampoco estoy en mi derecho de pedirlo, y que tampoco creo que quieras hacerlo. —Dijo y fruncí el ceño. —Pero por favor vuelve con él.










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3/3❤

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora