28

6.7K 427 153
                                    

—¿Y tú tía? —Preguntó Camilo en cuanto entramos a la casa de Mateo. —Fui re descortés el otro día porque estaba enojado.

—¿Y por qué estabas enojado? —Pregunté.

—Nada importante. —Dijo Camilo riendo.

—Está en el médico. —Dijo Mateo.

—¿No que no trabajaba hoy? —Preguntó Camilo.

Se nota que son muy amigos, sabe hasta donde trabaja su tía y cuando lo hace.

—No está trabajando, está en una cita médica. —Aclaró Mateo.

—Ah, mal ahí, ¿qué tiene? —Preguntó su amigo.

—Nada grave, solo no se sentía bien. —Dijo Mateo alzando los hombros.

—¿Por qué lo decís tan indiferente, pelearon? —Preguntó Camilo caminando a la sala, yo lo seguí. —¿Y la consola?

—Está arriba. —Dijo Mateo subiendo las escaleras.

—Uh, se me hace que peleó con la tía. —Dijo Mateo asintiendo.

—¿Pelean seguido? —Pregunté sentándome con él en el sofá.

¿Por qué hablaban tanto de su tía?

—No, solo cuando.. —Él se quedó de pronto en silencio. —Cuando Mateo se pone re boludo, a veces se pone muy boludo, sí, muy boludo y la tía no se lo aguanta, re boludo, muy boludo, muy.

Me reí ante la insistencia de Camilo con la palabra "boludo". Me pareció sospechoso pero simplemente lo ignoré.

Mateo volvió a bajar con la consola en mano y la conectó al televisor.

—¿Quién empieza? —Preguntó Camilo.

—Yo no quiero jugar. —Dije cruzada de brazos. —Jueguen ustedes.

—Pero vos dijiste que sí. —Dijo Mateo mirándome.

—Pero no quiero. —Dije firme.

—Dale, dejá de ser gallina. —Dijo Camilo haciéndome burla.

—No me hace gracia. —Dije mirándolo mal.

—Que tierna que sos. —Dijo Camilo jalando mis mejillas.

—Bueno, juguemos nosotros. —Dijo Mateo sacándole las manos a Camilo de mi cara rápidamente.

Ambos lo miramos y yo traté de esconder una sonrisa.

—¿Qué? —Preguntó Mateo poniendo el control en la mano de Camilo.

—Nada. —Dijimos ambos a la vez causando que una risa aparezca en ambos.

Camilo y Mateo se sentaron en el sofá y yo me senté entre ambos.

—Yo voy a mirar. —Dije y ambos asintieron.

Empezaron a jugar y las risas no faltaron. Pese a que no quise jugar me divertí de igual forma con ambos y me sentí bien con eso.

Mateo era una persona muy linda, y cuánto me gustaría que me mirara con los ojos que yo a él. Pero me sentía bien así, no podía exigirle más a la vida. 

Quizá en realidad si me hubiera dolido más haberme alejado. Tal vez solo ésta amistad era el cruce del destino entre Mateo y yo.

—Traé coca Camilo. —Dijo Mateo desde la cocina.

Caminé hasta allí y miré a Mateo hurgando en su nevera.

—Esperancita. —Jodí al ver que Camilo se dirigía a la puerta, haciéndole caso a Mateo.

—Jodete. —Dijo antes de salir.

Reí dándome la vuelta viendo a Mateo que ya había cerrado la puerta.

Iba a hablar pero mi celular vibró en mi bolsillo y lo saqué para mirar de que se trataba. 

"Tengo dos entradas al cine, ¿voy por vos?" 

Y enseguida recibí una llamada de Lorenzo.

Iba a contestar pero antes de poder hacerlo Mateo me sacó el celular y contestó.








3/3

Perdón por la demora, tuvimos fallas técnicas. ¿Uno extra por la demora?

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora