72

4.7K 375 41
                                    

—Teo. —Pude apenas pronunciar.

¿Cómo estás? ¿mejor? Me alegra verte.

No podía articular esas palabras.

Él llevaba un semblante demasiado serio, casi podría creer que estaba enojado. Bueno, no sería tan ilógico que lo estuviera.

—¿Estás molesto conmigo? —Hablé como pude.

Hubiera querido hablar con voz más alta, pero al menos se que me oyó.

Su expresión se suavizó un poco trayéndome un poco de calma.

Él soltó un suspiro bajando un poco su mirada pero inmediatamente volvió a mi.

—No estoy molesto. —Aclaró.

Asentí lentamente.

—Me alegra verte y.. que hayas decidido hablar conmigo. Creo que ahora que ambos estamos calmados, podremos aclarar más cosas. —Dije tratando de iniciar la conversación.

—Sabés, Meli. Ahora no importa, te diste cuenta por un accidente, por distintas razones, ya no importa. —Dijo Mateo y me alivió un poco, solo que seguía sonando algo serio.

—Eh, sí, sí. Justo eso pensaba, creí que no ibas a entenderme, sabes. Porque lamento realmente no habértelo dicho, pero tu tía me pidió el favor de guardar silencio y creí que lo correcto era dejar que ella te lo dijera, por es..

—Ya, entendí. —Dijo Mateo interrumpiéndome. —No vine a hablar de eso.

Estaba siendo tan.. preciso. Como si tuviera un simple fin hablándome para luego no volverlo a hacer nunca y eso, me generaba demasiada intranquilidad.

—Me hubiera gustado que me lo dijeras, pero ya fue. A quién le interesa lo que ya ocurrió. —Dijo Mateo y sonreí. —No.. —Suspiró. —No me sonrías.

Fruncí el ceño ante ese pedido. Mi corazón se oprimió en mi pecho con temor.

—Acabemos con esto..

Mi mirada fue al frente, incapaz de mantenerse sobre Mateo.

Negué con la cabeza tratando de retener mis lágrimas que parecían querer salir a toda costa, sentí ese nudo en mi garganta volverse más sólido.

—Mateo..

—Sos una mina hermosa..

—¡No! —Dije dándome la vuelta para mirarlo. —No me digás eso si me estás rompiendo justo ahora.. —Dije liberando esas lágrimas.

—También estoy roto, Meli. No tengo nada para darte excepto dolor. —Dijo Mateo.

Negué cerrando los ojos.

—Yo soy plenamente feliz con lo que me dabas de ti. —Dije y él negó con una suave sonrisa.

—Te estaba dando más de lo que podía, más de lo que debía, más de lo que soy, me estaba esforzando porque me gustabas, pero me cansé. —Dijo Mateo dejándome sin palabras. —No soy todo eso y ahora menos. Me cuesta dejar al aire mis sentimientos.. si es que los tengo.









5/5

Voy a subir uno más ❤

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora