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Mateo

—Me tenés los huevos llenos. —Rodé los ojos.

Accedí a ir con Camilo al campamento y ahora nos encontrábamos yendo para el colegio con nuestra maleta en la mano.

Camilo no paraba de decirme que iba a ser emocionante, y se que no lo dice tanto por lo que le parezca a él, sino por tratar de motivarme.

Cuando llegamos al colegio vi la escena que justo quería evitar al querer no ir al campamento, miré a Melisa riéndose con Alonso.

Él tomó su mochila haciéndola quejarse para comenzar a perseguirlo.

Rodé los ojos mientras sentía un malestar recorrerme de pies a cabeza.

—Olvidate de Melisa. —Dijo Camilo.

—Ay gracias, no se me había ocurrido antes ese recurso, la puta madre. Ojalá fuera tan fácil como decirlo. —Dije y Camilo me miró mal.

Últimamente siempre lo estoy tratando mal, y es que lo admito, soy tan insoportable últimamente que ni yo me banco.

—Mirá a Isabella. —Dijo Camilo y miré a un costado de Alonso y Melisa.

Allí se encontraba la chica nueva de cabellos dorado, su mirada se fijó en mi y una ligera sonrisa apareció en sus labios.

—¿Y si pasas con ella el campamento? —Preguntó Camilo.

—No, no. —Miré a Camilo. —Tengo que ser sincero con ella y decirle que en realidad no busco nada.

—Nada que no empiece por “M” y termine en “elisa”. —Rió y yo le pegué en el hombro.

Nos quedamos en silencio cuando el profesor llegó, y luego de un rato, dos autobuses gigantes estaban estacionados afuera del colegio.

Caminé y me subí a cualquiera, fruncí el ceño cuando vi que Camilo se había quedado abajo.

¿Tanto se va a tardar?

—Mateo.

Me sobresalté ligeramente al escuchar esa voz a mi lado, no me di cuenta en que momento se sentó ahí.

—Isabe.. ah.. ese puesto..

—Camilo me dijo que subiera aquí. —Me sonrió.

Pero yo lo mato.

—Ah, sí. —Dije tratando de sonreír.

Al final podría aprovechar para hablar con ella sobre lo que pasó.

Le acepté una salida por que estaba molesto con Melisa y, porque estaba aburrido. No debí hacerlo, porque Melisa tiene razón, a veces no pienso en los demás.

Debía pedirle disculpas porque ella parecía realmente interesada en mi.

Se nota que cagarla es lo mío.

—Quería hablar de algo con vos. —Dije algo tenso.

Ella me miró un poco confundida pero asintió.

Iba a hablar cuando vi por la puerta entrar a Camilo, lo miré mal y se que lo notó, solo que se hizo el boludo.

Atrás entraron Melisa con Alonso, con tremenda sonrisa en el rostro.

¿Por qué está tan feliz? ¿por qué está con él?

No llorés, Mateo, ¿sos maricón o qué onda?

Melisa me miró un momento y luego a Isabella, volvió su atención a otra parte pero esta vez seria.

Se nota que yo soy solo quien le hace mal.








X gente.

¿Como andan?

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora