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El fin de semana pasó rápidamente, más que todo porque mamá al ver que estaba tan deprimida porque Mateo se había ido, y estuvo viendo películas conmigo para hacerme sentir mejor.

Definitivamente me hizo subir el ánimo, aunque permanecía un poco triste porque Mateo no me habló.

Sin embargo quise entenderlo, estuvo todo el mes en mi casa y además, Mateo nunca era de usar mucho el celular, así que con más razón era lógico que no me hubiera escrito.

Claro, yo esperaba al menos un “hola”, pero no hubo nada.

Lo bueno es que el lunes había llegado al fin.

Habían pros y contras. Los contras era que tendría que bancarme nuevamente a los pesados de mis.. bueno, de los que alguna vez fueron mis amigos; los pros era que iba a ver a Mateo de nuevo, no solo en el colegio sino al finalizar la jornada, ya fuera en su casa o en la mía.

—Tu papá viene este fin de semana. —Dijo mi mamá.

—Ya lo extraño. —Hice una mueca mientras agarraba mi mochila.

Mi papá a veces me estresaba cuando estaba casa porque todo en su vida se trata de trabajo, y es poco el tiempo en que se enfoca a nosotras.

Mantiene trabajando afuera, y cuando está en casa sus ojos solo mantienen hundidos en miles y miles de documentos.

Trato de no quejarme en casa, al menos no en voz alta, pero siempre siento ese tipo de cosas para mis adentros.

Besé a mi mamá antes de irme camino al colegio.

El camino se sintió eternamente largo al no estar con Mateo conmigo, por eso trataba de apresurar el paso para llegar más rápido al colegio, aunque bueno, tanto no avanzaba por mi estatura, y tampoco podía correr porque me asfixiaba.

Cuando llegué al colegio me di cuenta que venía más temprano de lo común, y me preocupé al no ver muchas personas.

Ver a Sofía fue una razón para sonreír, al menos sus amigos no estaban aquí y podía ir a saludarla.

—Hola, eh. —Dije acercándome.

Ella me dedicó una suave sonrisa.

—Vos no estás enojada conmigo, ¿no? —Dije.

—No. Solo que sabés como son ellos. Como Mateo le caía mal a Lorenzo a todos les empezó a caer, y como vos estabas con él..

—Sí, entiendo lo que pasó. —Asentí deteniéndola.

No me importaba ya, aunque me “perdonaran”, me había dado cuenta de que yo no necesitaba amigos como ellos.

—Me voy. —Dijo ella y miré a la entrada donde venían sus amigos.

Me quedé completamente en silencio pero sonreí al ver a Camilo.

Él se acercó a mi y yo sonreí antes de saludarlo con un beso en su mejilla.

—¿Y Mateo? —Pregunté.

—Eso te iba a preguntar yo. —Dijo confundido. —¿No estaba en tu casa?

—No, él se fue el viernes..

—Toqué su puerta y no abrió, supuse que seguía en tu casa. —Dijo Camilo.

Me preocupé un poco porque quizá se había enfermado, pero conociéndolo, se había quedado dormido.





Holis<3

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora