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—Mateo, ¿qué hacés aquí? —Pregunté aún sorprendida.

—No quería alejarme de vos. —Dijo antes de caminar lentamente hasta mi y abrazarme, apoyando su mentón en mi hombro.

Yo reí suavemente antes de corresponder su abrazo, yo tampoco quería que se fuera.

—Mi casa está sola y mi cama está fría, vos siempre estás calentita. —Dijo suspirando en mi cuello provocando un cosquilleo en esta zona.

—Vos también estás calentito. —Dije alejándome de él para dejarle un beso en la mejilla.

—Es aburrido estar en casa solo, y Camilo está deprimido. —Dijo Mateo acostándose en la cama.

—Me hubieras dicho en la puerta que querías entrar. —Dije y el negó con la cabeza.

—Me hubieras dicho que no. —Dijo Mateo haciendo un pequeño puchero mientras miraba al techo.

Solo porque no quería que viera a mi mamá retándome.

—No, claro que no. —Dije riendo. —Ahora tengo que ir a robar comida para vos.

—Yo no tengo hambre. —Aseguró.

—Ya regreso. —Dije antes de salir de mi cuarto y bajar de nuevo a la cocina.

Vi a mi mamá allí y le sonreí.

—Tengo hambre. —Dije canturreando.

—Bueno, servite. —Dijo ella tomando su plato y yendo a sentarse en la sala.

Que mala que es a veces.

—¿Y papá? —Pregunté frunciendo el ceño.

—Viene el lunes. —Dijo mi mamá y asentí. 

—Trabajo, ¿no? —Pregunté.

—No, amante. —Dijo ella.

La miré seria un poco pasmada.

—Es joda, Meli. Sos re boluda. —Dijo mi mamá antes de estallar en carcajadas.

—Ja-ja, mirá que graciosa que sos mamá. —Dije antes de comenzar a servirme.

Lo bueno era que habían papitas fritas así que agarré mi porción de carne, un poco de arroz y muchas papitas, había que aprovechar que no estaba mi papá, porque si lo estuviera se las devoraba todas de un bocado.

Tomé el jugo y subí con la comida hacia la habitación.

—Ya está todo listo. —Dije entrando.

Mateo estaba mirando televisión mientras reía, una sonrisa se formó en mi rostro y decidí sentarme a su lado para empezar a ver la tele con él mientras comía.

—Uh, quiero papitas. —Dijo Mateo mirándome.

Yo reí y le dejé tomar de las mías mientras veíamos televisión.

Pero no tantas hijo de puta.

Seguimos comiendo juntos mientras nos reíamos, y eso que "no tenía hambre". Ya se que miente cuando dice eso.

Miré la última papa en el plato, se veía ahí tan indefensa. Miré a Mateo y él también me miró.

¿Me la como o se la...?

—¡Mateo! —Grité cuando vi que se la metió a la boca rápidamente.

El se rió y yo lo miré indignada.

—Yo la quería. —Dije mordiéndome el labio medio molesta.

El apretó mis cachetes y plantó un fugaz beso en mis labios.

¿Dónde había quedado el chico frío?







Bueno. No se que tanto les va a disgustar esta noticia pero igual ya tomé la decisión.

Total estoy muy llena de tareas y quisiera re subir hell tranqui, quisiera terminar cold, quisiera re subir babe I y terminar babe II, pero no puedo hacer todo a la misma vez.

Entonces decidí que me voy a enfocar un rato en Babe II, quiero terminarla y ahí si prestarle toda mi atención a Cold. 

Siento además que si hago más de un fic a la vez no me van a salir bien, espero que se lo puedan tomar a bien y me apoyen.

Las amo<3

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora