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—La clase de deportes es la peor. —Dijo Sofía.

—Estoy de acuerdo. —Dije yo y sonreí al ver a Mateo cerca.

Me alejé de mi amiga para correr hasta donde mi novio y abrazarlo por detrás.

—Hola, mi amor. —Dije y él giró a mirarme con una sonrisa y sus mejillas rosa, como de costumbre.

—Hola. —Dijo mirando alrededor.

Cuando vio que la profesora no nos miraba plantó un pequeño beso en mis labios que me provocó cosquilleo.

Agarré su mano y comencé a caminar por el coliseo así.

—Ya entendimos que están juntos. —Dijo Camilo burlón.

Yo rodé los ojos y aunque iba a soltar la mano de Mateo, sentí como él la agarraba con fuerza.

—Bueno, vamos a organizarnos en pareja. —Dijo la profesora.

Yo le sonreí a Mateo aprovechando que ya estábamos juntos.

—Ah, no. Ni crean que ustedes dos van a estar juntos. —Dijo la profesora.

Yo bufé y solté a Mateo para cruzarme de brazos a lo que él se rió, ganándose una mala mirada de mi parte.

—A ver, cambia de lugar con Sofía. —Dijo la profesora.

Yo miré con quien estaba Sofía y resoplé al ver que se trataba de nada más ni nada menos que de Lorenzo.

Rodé los ojos una vez más antes de irme a hacer con él, mientras que Sofía iba a hacerse con Mateo.

—¿Muy molesta? —Bromeó.

—Y sí, quería estar con Mateo. —Dije obvia.

—¿Y es que a mi ya no me querés? —Preguntó haciendo un puchero.

Todos mis amigos siempre han sido así de tiernos conmigo.

—Ay, claro que sí. —Dije riendo y lo abracé. —Pero quería estar con Mateo.

—Bueno, es solo por hoy. —Dijo Lorenzo y asentí.

Tenía razón.

La profesora nos indicó que trabajos teníamos que hacer en pareja y eran ejercicios sencillos por suerte, o bueno, parecían sencillos.

—Boludo, que culpa tengo yo de que no sea capaz de tocar las puntas de mis pies. —Dije tratando de lograr hacerlo.

—Pero es que es muy sencillo. —Dijo detrás de mi, empujando mi espalda tratando de bajarla más.

—No.. llego.. —Dije esforzándome.

Quedé inmóvil por unos segundos al sentir que apoyó su pija en mi culo, pero me levanté de inmediato para empujarlo.

—¡Lorenzo! —Dije mirándolo mal.

Él rió. —Solo estaba jodiendo.

—Bueno, no es chistoso. —Dije y miré hacia Mateo pero no lo encontré.

No estaba, así que probablemente no había visto eso.

—No volvás a hacerlo, boludo. —Dije y él asintió rodando los ojos.

Caminé donde Sofía.

—¿Dónde está Mateo? —Pregunté.

—Creo que se fue a tomar agua. —Dijo ella y asentí.

Iba a ir a “tomar agua” también, pero Sofía tomó mi mano deteniéndome.

—¿Vas a una joda con nosotros mañana? —Propuso.

—No, voy a invitar a Mateo a hacer algo. —Dije y ella hizo una mueca más no dijo nada más.








Holas<3

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora