13

7.2K 438 276
                                    

Mateo

—Hola. —Dijo Melisa con una sonrisa.

Me quedé mirando lo bonita que era y, bueno, esas sonrisas que tenía todos los días le lucían mucho. 

Melisa era una mina del salón bastante carismática y, que silenciosamente siempre me había parecido de las personas más agradables en el salón. Quiero decir, porque sea callado o no hable con ninguno de ellos no significa que no tenga un concepto de cada uno.

—Mirá lo que te traje. —Dijo ella mostrándome con esa sonrisa que tiene unas manillas de perlitas blancas y negras. —Es que quería darte un detalle. Una es para mi y otra es para vos. 

No entendía por qué ella se había interesado en mi. Digo, yo era un chico más del montón y, si bien, muy poco notorio.

Lo más razonable fuera que ella, tan linda y carismática, estuviera con un pibe como lo era Lorenzo, aunque en lo personal me parecía que el pibe era una mierda.

Bueno, ese era mi prejuicioso concepto, como el de todos los demás en éste colegio.

—¿Te fue bien en el examen? —Preguntó ella mirándome.

Sentí una patada por parte de Camilo, bajo la mesa. Traté de esconder la mueca de dolor y sonreí.

—Sí, creo que si. —Dije y miré un poco sorprendido mi muñeca, ya que no me había dado cuenta el momento en que me la había puesto.

—Deberíamos comer juntos todos los descansos, ya que.. bueno, ya que somos novios. —Dijo y vi como un pequeño rubor se esparcía por sus mejillas.

También traté de esconder una sonrisa al ver eso.

Es una piba muy linda.

—Voy a comprar algo. —Dijo levantándose y dirigiéndose a la pequeña cafetería con la que contaba el colegio.

Tomé aire y tras soltar un suspiro, miré a Camilo que me miraba mal.

—Mateo, ¿sos pelotudo? —Preguntó mi amigo alzando las cejas.

Alcé los hombros.

De verdad, no sabía porque le había dicho que sí. Ella se veía tan bonita y no podía decirle que no, sentía que iba a romperse a llorar. Además, justo ahora, parece emocionada con el hecho de ser mi novia. 

No paraba de preguntarme el por qué se sentía tan contenta por algo tan insignificante como nuestro noviazgo poco real.

—La dejaste hablando sola todo el rato. —Dijo Camilo mirándome con desaprobación.

Bufé. —¿Y qué esperabas?

—¿Entonces para qué le dijiste que sí? —Preguntó Camilo.

Volví a suspirar.

No sabía por qué le había dicho que sí, bien sabía y Camilo también, el hecho de que yo no estaba en lo absoluto interesado en el amor y no quería estarlo. Razón por la que traté de verme lo más antipático posible al inicio.

Pero, además de eso, pensé en que quizá si ella me conocía, sola se iba a dar cuenta que no compaginábamos en lo absoluto.

—¿No te gusta? —Preguntó Camilo.

Negué con la cabeza mirando a camilo con obviedad.

Miré de re ojo como Melisa volvía a mi lado con un sándwich y una cajita de jugo.

—¿Querés un poco? —Preguntó mirándome.

Me limité a negar con la cabeza bajo su mirada, ella sonrió un poco y con timidez le dio una mordida a su sándwich.

No me gustaba ella para mi, aunque me gustaba verla sonreír.






Bueno, comprendiendo un poco al prota o k?<3

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora