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—¿Van a ir al picnic? —Pregunté acomodando mi mochila en mi espalda.

—No sé. —Dijo Martina estirándose. —Estoy tan estresada del colegio.

—Una salida podría desestresarte. —Dije con una sonrisa a lo que todos mis amigos se rieron.

Me molestan siempre porque soy muy animada.

—Sí, pero no con todas las personas que me rodean siempre en el colegio, haciendo cosas poco interesantes, ¿me entendés, Meli? —Dijo ella y asentí.

—Vos querés ir a una fiesta. —Dije y ella asintió.

—¿Y nuestra salida al cine? —Preguntó Lorenzo en mi oído pero por la pequeña risa que soltó Sofía que estaba a mi lado, estoy segura que ella también lo escuchó.

—Dejá de joder. —Dije abrazándolo.

Los problemas que he tenido con nuestros amigos siempre han sido boludeces. Al final terminamos resolviendo todo, y Lorenzo es una persona muy especial para mi.

—Igual deberíamos ir al cine. —Dijo él pellizcando mi nariz.

—Bueno, escribime y quedamos. —Dije mientras mi mirada se desvíaba a Mateo y Camilo que me miraban. —Me voy ya.

Me despedí de mi grupo de amigos y caminé hasta Camilo y Mateo.

—¿Qué onda, nos vamos juntos? —Pregunté con una sonrisa.

Mateo me dedicó una sonrisa y asintió. Caminé junto con ellos hasta la salida del colegio. Estar con ellos era realmente cómodo.

Ya les había mencionado antes que me llevaba bien con todo el grupo, incluso con Camilo pese a que no hablábamos tanto. Ahora que hablaba con él y con su amigo, me sentía bien.

—¿Ustedes irán al picnic? —Pregunté.

—No sé, aún no me decido si quiero usar mi domingo en eso. —Dijo Camilo.

—¿En qué más lo podrías usar? —Pregunté alzando mis cejas.

—Puedo ir al parque o desperdiciar mi tiempo solo en mi cuarto, o con Mateo jugando en la play. —Dijo antes de chocar el puño con Mateo.

—Bueno, juegan a la play hoy y el domingo vamos al picnic. Mis amigos tampoco quieren ir. —Hice un puchero.

—¿Tus amigos tampoco? Suena como si nos excluyeras de tus amigos. —Dijo Camilo haciéndose el ofendido.

—No. —Me excusé de inmediato. —Quiero decir, mi otro grupo de amigos. —Dije a lo que él rió.

—Está bien, te entendí. —Dijo Camilo con una sonrisa.

—¿Vos tampoco querés ir, Mateo? —Pregunté mirándolo. —Dale, decí que sí.

Mateo tomó aire antes de suspirar ruidosamente.

—No sé, tampoco creo que sea divertido. —Dijo Mateo rascando su nuca.

—Sí. —Concordó Camilo haciendo una mueca de rechazo.

—¿Quieren decir que es aburrido estar conmigo? —Pregunté mientras los miraba mal.

—Nosotros no dijimos eso. —Dijo Camilo alzando una ceja.

—Si lo dijeron. —Dije con ganas de llorar.

—Bueno, bueno. Vamos a ir. —Dijo Mateo frenando frente a mi. —No tenés que llorar.

Yo me limpié la pequeña lágrima que salía de mi ojo y sonreí.

—Está bien. —Dije siguiendo caminando.

—Con una condición. —Dijo Camilo provocando que frene una vez más con ellos.

Tanto Mateo como yo lo miramos atentos. 

—Nos tenés que ganar jugando en la play hoy. —Dijo Camilo con cinismo.

Yo no sabía jugar a la play.








2/3

Me estoy volviendo muy adicta a las series y no me conviene.

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora