82

4.8K 410 107
                                    

Melisa

—Hoy vamos a trabajar en pareja. —Dijo el profesor y bufé.

¿El mundo estaba en mi contra?

Me levanté de mi puesto cuando el profesor terminó de dar sus indicaciones para el trabajo que realizaríamos hoy, y caminé hasta su escritorio.

—Hola. —Saludé con una pequeña sonrisa.

—Hola. —Respondió con desinterés, mirando las hojas.

¡Tan siquiera mirame, eh!

—Profe, ¿puedo hacerme sola? —Pedí.

Él levantó su mirada y me miró a través de esos lentes de marco grueso y oscuro.

—No. —Dijo rápidamente, acomodando sus gafas desde la zona del tabique. —Solo busque a cualquier persona para hacerse.

Miré el salón, la mayoría ya tenían pareja.

Caminé hasta donde un compañero que vi solo.

—Hola, Alonso. —Lo saludé. —¿Nos podemos hacer juntos?

—Claro, dale. —Dijo alzando los hombros con una mini sonrisa.

Me fui hasta mi puesto y luego de tomar mi mochila me senté a su lado.

Lo bueno es que como dije desde antes, le agradaba a todo el salón, pero bueno, ahora me he ganado un par de enemigos.

Fiché a Sofía, Lorenzo, Daniel y todos mis viejos amigos, que estaban sentados unos con otros divididos en pareja.

Miré hacia Camilo y Mateo que estaban juntos. Mateo ya se que no quiere tener nada más que ver conmigo, y Camilo me ha dejado de hablar, no es como que me evitara, pero ya no habla conmigo como antes.

En fin, todo un caos este año, pero aquí estaba, a punto de hacer una nueva amistad, o al menos eso esperaba.

—¿No eras novia de Mateo? —Preguntó.

Lloré por dentro.

—No, ya terminamos. —Bufé bajo.

No fue la mejor pregunta que pudo hacer en este momento.

—¿Y tus amigos? —Preguntó.

—Ya no tengo. Sos muy poco discreto, sabés. —Le dije medio malhumorada pero luego reí con él.

—Lo siento, es que siempre estabas con ellos, entonces me dio curiosidad verte aquí conmigo. —Dijo y yo asentí.

—Entiendo. Hablando de eso, ando en busca de amigos, viste. —Dije y puse la cara más tierna que pude hacer.

Él rió. —Bueno, creo que estamos en la misma. Mi única amiga me cambió.

Suspiré negando. —¿Coincidencia o destino?

—Debe ser el destino. —Me guiñó un ojo y ambos reímos.

—Eu boludo, sos re copado. Me agradás. —Dije y el sonrió ladeado.

—Lo mismo digo, eh. —Dijo.

Comenzamos a hacer las tareas y la verdad que hasta nos entendimos bien para trabajar juntos.

Me sentía bien así. Mamá tenía razón, pude distraerme un rato.

Giré a mirar a Mateo y mi corazón se acerleró al ver que me miraba también pero con un semblante demasiado serio, pero desvió su mirada inmediatamente.










Bueeee.

¿Como anda la pipooool?

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora