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Mi mamá abrió la puerta y como se había supuesto ya, se trataba de Mateo.

Lo que no tenía supuesto era esa gran mochila que tenía en su mano.

Me crucé de brazos inmediatamente antes de mirarlo mal y de igual manera a mi mamá.

—Hola. —Dijo mi mamá con una pequeña sonrisa.

—Hola. —Dijo Mateo con la misma sonrisa.

¿Qué era lo que me iba a decir?

¿Por qué me pidió que no me enojara?

¿Qué sabía mi mamá que yo no?

¿Y esa mochila?

Tenía tantas cosas para decirle pero no le iba a decir nada por ahora, porque en este momento solo me encuentro ofendida.

Primero quiero dejarle en claro que estoy molesta, luego le haré todas las preguntas y finalmente.. cogeremos.

Bueno, no.. o sí, no sé. Depende de muchas cosas pero ojalá sí.

—Hola. —Dijo Mateo acercándose a mi.

—Hola. —Dije seca.

Él soltó una pequeña risa y yo lo miré mal.

—Vamos arriba a hablar. —Propuse a Mateo, mirando a mi mamá a lo que ella rodó los ojos antes de irse a la cocina.

Mateo asintió antes de seguirme escaleras arriba y entrar junto conmigo a mi habitación.

Cerré la puerta y lo miré acusatoria.

—¿Qué pasa? —Preguntó divertido.

—Eso te pregunto a vos. Qué es lo que me tenías que decir. —Dije seria.

—Ah.. no pongás esa cara que me ponés nervioso. —Dijo Mateo.

Bufé antes de asentir. Mateo se sentó en mi cama a lo que yo me senté a su lado.

—Es una boludés pero es que me pone nervioso. —Dijo Mateo y yo asentí mirándolo fijamente.

De pronto mis ojos comenzaron a picar al imaginarme lo que iba a decir.

Llevé mi mano a mi boca tratando de no llorar.

Mateo frunció el ceño al ver que unas lágrimas salieron de mis ojos.

—¿Qué pasa? —Dijo mirándome.

—Ya se que me vas a decir. —Dije pasando saliva tratando de no largarme a llorar. —Te vas a ir..

—Pero..

—¿Qué llevás en esa mochila? —Pregunté.

—Dejame explicarte prim..

—¿Que hay ahí? —Insistí.

—Mi ropa, pero...

—Viste, sos el peor, Mat...

—¡Que me dejés hablar! —Gritó provocando que me quedé estática.

Yo me crucé de brazos antes de asentir.

—Empaqué unas cosas porque no quería estar en mi casa. —Dijo y yo sentía mi labio temblar ante mi lucha por no llorar. —Como mi tía no está en casa me siento más solo de lo normal.

—¿Y adónde te vas? —Pregunté sin mirarlo mientras limpiaba mis lágrimas.

—Aquí me siento muy bien, tu casa se siente cálida como un hogar. — Dijo y yo lo miré. —Me quería quedar acá y no sabía como decirte..

Yo sonreí al escuchar sus palabras.

—¿Por qué no empezaste por ahí? —Dije contenta.

—Es que no me dejabas hablar..

—¿Por qué creíste que me enojaría? —Dije negando con la cabeza divertida.

—Eh.. porque como no sabía como decirte, hablé primero con tu mamá. —Dijo Mateo. —Y como me peleas siempre porque hablo con tu mamá..

—Bueno, no es para tanto. —Dije y él sonrió. —Osea, si me hubiera gustado que me dijeras a mi primero. —Reproché y el rió.

—Entonces.. ¿no te vas a enojar? —Preguntó mientras me hacía sentar sobre él.

—No, porque ahora vamos a hacer pijamada y, ¡nos vamos a pintar las uñas! —Canturreé.

Mateo me miró serio y yo sonreí a lo que él fingió una sonrisa.

¡Yupi! —Dijo haciéndome reír.











F x el cap.

¿Como van?

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora