57

5.5K 454 133
                                    

Mis ojos se mojaron inmediatamente ante esas palabras.

Si, estaba nerviosa, asustada, triste, avergonzada y defraudada.

Ya sabía que Lorenzo se había molestado conmigo, ¿pero en serio hablaba así de mi?

¿Tan poco le vale todo lo que fuimos antes?

Me sentí decepcionada conmigo misma, ¿en serio a él le di mi virginidad?

—Boludo, ya. —Dije insistiendo en sacar las manos de Daniel y ahogué un grito cuando me estrelló a la pared.

—Solo un rapidín, eh. —Dijo divertido mientras yo forcejeaba con sus manos. —Quedate quieta, Melisa.

Yo le pegué una bofetada a lo que el llevó una de sus manos a su cara por inercia, cosa que yo aproveché para echarme a correr a la puerta y abrirla.

—¡Perra! —Gritó.

Cogí impuso para correr al aula pero choqué con el cuerpo de Mateo que estaba allí parado.

—¿Estás bien? —Preguntó preocupado.

Yo lo miré nerviosa antes de asentir.
Mateo llevó una de sus manos a mis mejillas y para limpiar unas pequeñas lágrimas que ni yo había notado que estaban ahí.

Miré junto con Mateo hacia la puerta cuando Daniel salió de la sala con una mejilla roja.

Él miró a Mateo amenazante antes de caminar al salón.

—¿Te hizo algo? —Preguntó aun preocupado.

—No, no me hizo nada, por suerte. —Dije y me percaté de que Mateo tenía mi mochila.

Yo la tomé antes de ponerlo en mis hombros.

—¿Trató de hacerte algo? —Preguntó frunciendo el ceño.

—Ya fue, Mateo. No me hizo nada, es lo que importa. —Dije tratando de evadir el tema.

Mateo era muy dulce, pero yo sabía que en momentos así podía irse a pelear.

Yo empecé a caminar pero me detuve al ver que Mateo no me seguía.

Me di la vuelta en seguida y lo vi ahí parado, mirándome serio.

—¿Y ahora qué? —Pregunté.

Él desvió su mirada a otro lugar así que decidí acercarme.

—Me preocupa que no me digás la verdad. —Dijo Mateo.

Sonreí de lado antes de poner ambas manos en sus mejillas.

—Solo fue un poco agresivo conmigo, no me hizo daño. —Dije mirándolo a los ojos.

—Quiero cuidarte. —Dijo haciendo puchero.

Yo sonreí al ver lo tierno que se veía así.

—Se que te hacen falta tus amigos, pero no los necesitas. No es por ser egoísta o por creerme demasiado, pero puedo volverme tu mejor amigo también, incluso tu mejor amiga. —Dijo Mateo y mi corazón se aceleró mientras una sonrisa se formaba en mi rostros.

—¿Puedo maquillarte? —Pedí a lo que él bufó.









Un novio como Mateo *sopla las velas*.

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora