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Mateo sacó mis brazos rápidamente, casi de forma brusca, ganándose una mala mirada mía. Aunque entendía que se estaba por morir de los nervios.

—Hola, papá. —Dije nerviosa.

Mi mamá soltó una pequeña risa.

—Hmm. —Fue lo único que emitió mi papá mientras nos miraba con desaprobación. —Hola, amor. —Dijo antes de besar a mi mamá cortamente.

Volvió a mirarnos y yo no sabía que decir aún.

—¿Y él es? —Preguntó mi papá.

Su mirada reflejaba un "no me digás que es tu novio porque lo voy a tener que matar, eh".

—Y, alguien que te quiero presentar ahora más tarde. —Dije formando una sonrisa y tratando de no verme muy nerviosa.

—Ah.. —Dijo mi papá aún con la misma mirada.

Mateo se removió nervioso cuando mi papá lo miró fijamente.

—¿Nos esperas en la mesa? Ya te vamos a servir. —Dije y él asintió.

Él asintió simplemente y caminó hasta sentarse en el comedor.

—Estás mas tenso. —Me burlé de Mateo.

Él ni siquiera me escuchó, estaba hecho un manojo de nervios.

—Tranquilo, Mateo. Mi esposo no es un asesino. —Dijo mi mamá riéndose.

Mateo rió y luego suspiró, tratando de relajarse.

Pronto tuvimos que sentarnos en el comedor  y mi mamá nos sirvió a todos, para finalmente sentarse con nosotros. Ella junto a mi papá y luego Mateo y yo juntos.

Nadie hacía un comentario, simplemente comíamos en silencio, aunque sabía que en algún momento tendría que decírselo.

—Entonces, ¿eres amigo de mi hija? —Preguntó mi papá.

Quizá fueron justamente los nervios los que me hicieron reír.

—Papá, él es Mateo. —Dije y respiré profundamente, como si estuviera inhalando el valor. —Es mi.. novio. —Dije casi audible.

Mi papá se quedó en silencio, con su mano apoyada en la mesa y un tenedor sostenido firmemente por ésta.

Su mirada se desvió para buscar la de mi madre.

Mi mamá sonrió para luego alzar los  hombros.

—¿Ah sí, hace cuanto? —Preguntó mientras levantaba sus cejas.

—Eh.. 

No sabía si decirle que desde hace meses o si hace unos días cuando volvimos.

—No mucho realmente. —Dije y mi papá me miró mal.

—Bueno, debieron consultárnoslo primero. —Dijo mi papá mirándonos a Mateo y a mi.

—Bueno, pero ahora te lo estoy presentando. —Dije y mi papá asintió antes de mirar de nuevo su comida.

—¿Te molesta? —Dije nerviosa.

Mi papá volvió a mirarme e hizo una pequeña sonrisa.

—No, es solo que estás muy grande. —Dijo y vi sus ojos brillar un poco.

—Ah, miralo se puso sentimental. —Dije, pero él no se rió, miró a Mateo.

—¿Al menos te va bien en el colegio? —Dijo mi papá.

—Ah, si, sí. —Dijo Mateo nervioso bajo la presionante mirada de mi papá.

—Cuídala mucho, Mateo, porque como me entere que le hiciste algo te cuelgo de las pelotas. —Dijo y yo abrí mucho los ojos.

—¡Papá! —Grité avergonzada.

—Melisa es la chica más especial que vas a conocer, más vale que la trates como un tesoro. —Advirtió mi papá.

—La trato justo como lo es. —Dijo Mateo haciéndome sonreír.






Probablemente el próximo es el final gente.<3

Cold [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora