Siempre tú

¿Acaso no te gusta?

Capítulo 109

¿Acaso no te gusta?

Le dimos nuestro sábado a nuestra bebita. Por momentos nos robamos besos, otros se los dábamos a ella. Mi niña era tan demandante como su mamá que se me insinuaba sutilmente y me decía palabras de amor al oído muy dulces. Cuando la logramos dormir con dos películas súper infantiles, desperté a Majo con besos  y la llevé por la escalera de servicio.

La desnude ahí mismo y en el barandal le exigía que me hiciera suya  como me gustaba

- Dame más Majo - presionaba mi mano en su cadera

- Si amor - ella  me  besaba con sus manos en mi pelo

- Más Majo, más

- Pau...

- Más

- ¡PAU!

- ¿Que? - se había detenido...

- ¿Acaso no te gusta?

- No amor ¿qué dices?

- Acaso no cumplo con tus expectativas, ¿no te gusto?  ¿no te satisface? - mientras decía esto se alejaba, no entendía qué le pasaba. Se vistió y se fue.

Fui al baño, me arregle y salí. Decidí almorzar tranquila,  tome una rebanada del pastel de carne y comencé a devorarlo, cuando llegué a la habitación ella también me ignoraba y mi mal humor se empeoró. Mientras se bañaba obviamente revise su móvil y descubrí el motivo de su comportamiento. Mi hermosa estaba teniendo un problema con sus pastillas, por los días y por el cambio de horarios tomaba de a dos juntas y me puse mal porque en realidad ella se ofendió porque creyó que yo no sentía nada. También visualice  llamadas perdidas y una cita con su psiquiatra, yo no tenia idea que iba con una,  pero la cita era para el dia lunes, me sorprendí porque realmente se había olvidado tal vez de mencionarlo.

Me desvestí y me metí en la ducha con ella. No se movió pero tampoco me dejo acércame mucho, incluso se terminó de quitar el jabón y simplemente me dejó ahí mientras se vestía

- escucha, debemos ir al médico ¿verdad?

- ¿Por qué? - fulminandome con la mirada

- Tus pastillas, deberíamos ver si puedes usar un parche en estos días

- Deja de revisar mis cosas Paulina

- Soy tu mujer y solo quiero cuidarte. No te parece que estuvimos muchos días peleadas para ponernos así...

- Perdón - movía sus manos como Bruno

- Ven aquí conmigo-

Se me abalanzó en ducha

- no te gusta como te hago el amor

- Me encanta tonta, solo era una forma de decir y te alteraste

No tuve que decir más y me recargo contra la pared. No le hablaba solo le gemía en el oído. Me escucho llegar y sin que yo le dijera nada, comenzó a ir ligero y con movimientos bruscos, volvió a subirme de cero a cien.
Los besos seguian hasta escuchar el "niñas, llegamos con Bruno"

- ¿yo no le saqué las llaves?

- Sabes cómo es, seguro tenía una copia y como sabe que la has "perdonado" va y entra así como si nada. No le digas nada amor por favor, Puri me dijo que tuvo un subida de presión ayer porque no tenía a los niños.

- Está bien, y ¿sabes porque?

- ¿Por?- besándome los pezones

- ¡Porque me has dado dos orgasmos divinos !

Nos reímos juntas, bajamos con una felicidad en los ojos que creo que hasta mi suegra se dio cuenta.