¿Descansar para ella?

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Capítulo 21

¿Descansar para ella?

María José llevaba toda la semana ocupada con el trabajo y comenzaba a extrañarla, me juró que nos compensaria, no me estaba evitando, aunque primero lo sentia asi y me lo aclaro, aprovechamos los momentos sin los pequeños, puesto que nos encontramos un par de veces en su departamento. Una tarde había llevado a los niños en su auto se ofreció a llevarme al trabajo. Condujo tranquila y pensé que me llevaría a la florería pero no, nos la pasamos juntas pero cada una debía de volver a sus actividades, también yo me escapaba del cabaret por la noche y me presentaba en su casa. Era algo rápido, besos y seguía hasta casa. Últimamente al estar ocupada me escribía no solo para hablar de lo niños,sino de nosotras. La tarde que visite a Roberta Majo no paraba de sonreírme e incluso platicamos muy bien las tres. Quería sorprenderla me merecía unos días de descanso, se lo propuse esa mañana, dejar a los niños en casa de mi madre y pasarlo juntas, pero me rechazó, quede completamente desilusionada, no volvería a invitarla más.

Me tomé el día de la florería para aprovecharlo en el cabaret estábamos comenzando a modernizarlo, ahora los inventarios serían digitales lo que facilitaría mi trabajo en gran medida.Termine temprano mandando lo demás al demonio, pasaría la tarde con mis niños y sin señales de Mayo fuimos al centro comercial, ellos se merecían ser consentidos y compramos de todo, ropa algunos zapatos y libreros, aproveche que ellos estaban encantados con un juego portátil para comprar algo de lencería que sabía le encantaría a Majo, pretendía comprar algo más pero sería raro con los niños presentes. Mar insistió varias veces en llamar a su madre quería que nos acompañará al cine intenté explicarle pero ella solo quería verla, enviamos varias fotos, me dolía ver la carita triste de mi niña al no recibir respuesta pero debía entender que no siempre estamos disponibles.

Volvimos a casa sobre las 20:00 habíamos visto una de esas películas infantiles que a los dos les gusta, estaban listos para dormir cuando Majo dió señales, le había propuesto una videollamada pues los niños deseaban oírla, ella aceptó al instante, le llamamos y no podían estar más felices les di su espacio, quería cambiarme para sorprenderla. Cuando los niños por fin se durmieron termino la llamada. No voy a mentir me decepcioné nuevamente, pero ambas debíamos trabajar.

Quería terminar con todo esto, Mañana volvería a ver a Mara después de lo ocurrido hace unos meses entre nosotras la volvería a ver. Ella era una chica un poco menor, trabajaba en el negocio familiar y se encargaba personalmente de proveer en el cabaret, claro hasta días después de lo sucedido. Cuando le dejé más que claro que lo que había pasado era solo el momento y no se podía ponerse "serio" como ella lo llamó y que hacerlo un par de veces en su casa, era solo pasar el rato. Ahora quien entregaba era uno de sus empleados pero con esta modernización ella debía ir personalmente.

El reloj marcaba las 00:00 cuando por fin termine, revise y María seguía en línea, llamó mi atención que ahora su foto era una donde los niños sonreían, Mar de caballito en mi espalda y Bruno pegado a mi cara, mientras yo los abrazaba, a ningunos se nos distinguía bien la cara. Evitaba mostrar nuestros rostros, nos cuidaba y era obvio era su celular laboral también. Me debatí unos segundos sobre si debía escribirle o no, sin sueño y con la pijama que quería mostrarle aún puesta opte por llamarla, dos tonos después y su cara enmarcada con unas grandes lentes, se veía cansada y hermosa.

- Aún sin sueño Pau- Me conocía tan bien

- Termine de trabajar y quería saber cómo estabas, si ya habías terminado.

- Cansada, me falta un poco para poder dormir, pero ten por seguro que Roberta estará libre pronto.

- Lo sé María José eres la mejor abogada - Un silencio cómodo se instaló en nosotras, ella siguió leyendo, solo la observaba hasta que bostece

- Duerme Pau, yo termino y haré lo mismo.

- Aún debo cambiarme, aunque si, debo descansar Mara estará en el cabaret mañana temprano- Por primera vez levantado la vista para verme, parecía sorprendida por mi atuendo.

- ¿Mara?

- La proveedora del cabaret, mañana tengo una reunión importante- la provoque un poco, me retire la bata dejando mi escote a su vista.

- Ya veo, podremos almorzar después, con los niños claro.

- No sé María, quizá se prolongue un poco tenemos muchas cosas de que hablar - Había bajado un poco mi pijama, y acomode el teléfono para verme completa- Te molesta si me aplico crema, tengo la piel muy seca.

-Adelante - había dejado ya todo de lado, su vista estaba en mi.

- Puedes quedarte con los niños si quieres, o los llevas con mi mamá, tal vez si todo se resuelve podríamos cenar juntos.

- Ahora.

- ¿Perdón?

- Podría ir ahora y así desayunar todos juntos.

- Es tarde María José, tienes trabajo y yo debo descansar- había desaparecido ya la parte superior de mi ropa.

- ¿Descansar para ella?

- Es trabajo, no tienes derecho a... - Y su camisa tampoco estaba, en su lugar el maldito sostén de encaje blanco que me volvía loca - La puerta está abierta, te espero en la habitación.

Le colgué, calculé que llegaría en veinte minutos, seleccione uno de mis conjuntos favoritos, me duche pensando en ella, moría por sentirla, mi cuerpo reaccionó y mis manos actuaron, pequeños gemidos salieron de mi boca no podía esperar.

- Empezar sin mi es injusto - había parecido apenas diez minutos después, seguramente se saltó muchos semáforos.

Le sonreí, ella entró a la ducha y me recargo completa contra la pared, besaba cada parte de mi cuerpo con devoción yo la masturbaba con una de mis manos y con la otra apretaba sus nalgas, la necesitaba quería volver a hacerla mía, no era posible ahora así que la deje hacerme lo que le vino en gana, fue gentil al principio la sentí completa, no deje de gemir y tampoco supe cuando dejó de caer el agua sobre nosotras, en ese momento solo éramos ella, yo y la incontable cantidad de orgasmos que me dió. Salimos abrazadas de la ducha, ví su ropa en el piso de la habitación.

- La pijama que me diste aquella noche - Buscaba preocupada.

- En el cajón del clóset- me beso, me coloque la pijama que tenía antes, sin ropa interior, ella apareció secando su cabellos, se veía tan sexy

- Entonces el desayuno - La observaba recostarse en la cama

- Tu favorito, lo traeré a la cama si así quieres.

- Yo quiero otra cosa - me senté sobre ella con las piernas una a cada lado de su cadera

- Hmm qué te gustaría.

- Un poco de esto - la besaba y se dejaba, me movía cautelosamente, mis besos descendieron a sus pechos, sentí su respiración pausada supuse que le gustaba y seguí bajando, cuando iba a quitarle los pequeños shorts que llevaba la ví, Majo se había quedado dormida, suspiré y me baje de ella.

- Buenas noches hermosas - Bese su mejilla y la tape, me coloque una pijama más cómoda para poder recostarme a su lado, en cuando me sintió se corrió un poco para abrazarme, me besó y pasó su mano con mi cintura y la otra me tocaba el pecho. Me quedé dormida al instante escuchado su respiración.

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora