Siempre tú

Duerme mi amor, aquí estoy para ti

Capítulo 54

Duerme mi amor, aquí estoy para ti

Vivir con mi familia era lo mejor que me pudo haber pasado, teníamos una rutina muy variada, Pau había comenzado a trabajar más y de cierta forma me sentía feliz, al fin podría realizar esa parte de su vida que antes no podía, claro que todo esto sin descuidar a nuestros hijos, la amaba cada día más.

Disfrutaba darle mis tardes a mis pequeños, después del almuerzo express al que Pau nos acompañaba organizaba todo para que ellos hicieran sus tareas mientras yo leía algún caso, de vez en vez le enviaba alguna foto a Pau recordándole lo mucho que la extrañabamos y cuánto nuestros hijos se parecían a ella en esos momentos de pura concentración y a también alguna mía provocando, logrando que llegara antes a casa.

Esta tarde mi mujer me había dicho que solo pasaría por unos documentos pidiéndome ir por los niños al colegio, ahí estaba como siempre 20 minutos antes con todas las miradas sobre mi, me daba igual si después podía ver la hermosa sonrisa de mi reina y sus pasitos corriendo hacia mi.

- Majo - la escuche cuando se abrazo a mi falda.

- Mi amor ¿qué tal la escuela? -

- Bien - estaba rara, iba a preguntar hasta que mi rey aprecio.

- Vamos a casa niños, les prepare algo delicioso de comer .

Este día a diferencia de los anteriores fue todo silencio, ambos venían sumergidos en sus pensamientos por el retrovisor creí ver que María lloraría. En casa, mientras servía el almuerzo Bruno apareció

- Majo, ¿tú nos cuidarás mañana?

- Si mi amor, como todos los días

- ¡Majoooooo tengo hambre! - mi niña venía a nosotros con su coche en mano, Bruno solo rio.

- ¿Mi mamá vendrá a comer? - se veía con intriga y nervioso.

- No, hoy no - Bese su cabecita, mis niños no estaban bien

De nuevo, el almuerzo fue silencio hasta que Pau llegó, parecía un tornado, de inmediato y sin saludar llegó al piso de arriba, volviendo 20 minutos después .

- Mami mami -

- Hola mis amores, tengo que irme, pero los veré por la noche ¿si?

- pero mami, tengo que hablar contigo, es importante.

- En la noche Bruno, ok debo irme, los amo - se acercó a besar sus cabezas dándose después a mi uno en la mejilla. De nuevo todo silencio. Bruno dejó de comer estaba nervioso, les permití comer un poco más de postre, logrando así que sonrieran un poco.

- Majo, ¿crees que pueda traer unos compañeros a casa mañana? debemos hacer una maqueta y no quiero ir a casa de Dante, su hermano mayor nos molesta mucho- Bruno por fin hablaba, dejando su tarea de lado.

- ¿Porque no mi niño? yo organizare todo mi rey.

- Mamá no deja que ningún niño venga a casa Majito - mi niña a un lado de nosotros rascaba su nariz

- ¿Qué pasa con esa nariz mi reina?- la base dulcemente en sus cabellos.- Pues mira, lo hablaré con ella, pero no creo que tenga problema.

- Gracias Majo, eres la mejor -

- Mar, ¿tú no deberías hacer lo mismo?

- No no, aún no - y se fue hacia su habitación. Bruno me miro y guardamos los cuadernos