Te amo mi amor...

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Capítulo 64

Te amo mi amor...

Abrí mis ojos y mi niña estaba por desayunar, no se sentía con apetito pero le pedí por favor que coma algo y la deje con la enfermera. Ella me sonrió y antes de entrar al baño la escuche que le contaba a la enfermera que su mamá vendría pronto

- si hermosa, solo entro al baño.

- No señora yo tengo dos mamás, una está afuera trabajando porque es la mejor abogada del mundo y mi mami se quedó porque es florista y el negocia está aquí

Era una niña hermosa, me lave la cara y puse a cargar mi celular.

Llame a Brunito que estaba muy nervioso y le expliqué lo que sucedió y hablo con Mar en su idioma de gemelos.

El médico me explicó que aún no podemos saber qué es lo que tiene y debía quedarse una noche más para encontrar el motivo. Mar igualmente se sentía un poquito más animada, pero aún así no aguantaba y se dormía por momentos. El suero en su vía seguía drenando y yo estaba muy asustada. Le iba a quedar su bracito lastimado.

Tocaba su pelito y la recorría con mis manos, era tan frágil y pequeña mi niña, quería que se ponga bien, me deje llevar por mi pensamiento y en ese instante la vi parada en el umbral de la puerta, se veía cansada y se notaba que apenas había dormido e increíblemente se veía hermosa.

- mi amor.... - bajo la voz cuando la vio dormida. Me abrazo, me beso mucho y se acercó a la cama de mi pequeña

- ¿Cómo está?

- Mejor, bajó la fiebre un poco pero sigue muy delicada. Debe quedarse aquí hasta mañana. Como no quiere ni comer ni beber, está con el suero.

- Pobrecita.

- María, debes descansar y acaba de llegar - Mar abrió sus ojos y se levantó un poquito con dificultad

- Majo volviste - a majo se le llenaron los ojos de lágrimas y se apoyó un poco sobre la cama y Mar le tocaba su manitas y ella no paraba de besarla

- Viste mi amor, volví antes.

- Te extrañe mucho Majito.

Las miré un ratito así hasta que llegó el médico, volvió a repasar el parte y Mar estaba de mejor ánimo para comer. Ella era hermosa y miraba a su madre que estaba hermosa y con un vestido muy sinuoso, se percató que la miraba pero pensó que era por su aspecto de cansada y se sobre cargo junto a mi y yo tomé su mano. En efecto la había extrañado muchísimo.

Cuando el doctor se fue ella se dirigió a mí con una mirada dulce y confortable

- amor, ve a ver a Bruno y descansar yo me quedo con la niña.

- No Majo, eso debes hacerlo tu, de verdad yo dormí algo aquí ve, descansa.

- No no te dejare sola

- Bruno también te necesita, podrías llevarlo de casa a la nuestra y que duerma un ratito con su mamá...

- Está bien. Vendré en la noche y tú vas a casa a descansar, ¿está bien?

- Perfecto mi amor... - Majo hundió sus manos en mi pelo y me atrajo a ella y nos besamos, ese momento podría ser hermoso si no hubiera interrumpido él

Carlos, que no veía hace meses se hizo presente, Majo se tensó y puso los ojos en blanco, pero no me soltó.

- mi bebé, mi chiquita ¿qué pasó?

- ¡¡¡¡¡CARLOS!!!!!!- la niña gritó y Majo se alteraba cada vez más. Carlos era importante para Mar y debía de entenderlo.

- ¿Cómo estás mi amor?, Pau no te ves nada bien. ¿Quieres ir a descansar me quedo con la niña?

- Hola Carlos - dije a regañadientes- escucha está bien la niña no hagas un drama ¿si? Me quedo yo y ahora Majo se va a casa con Bruno

- Ah... hola María José ¿Seguro Paulina? Podría quedarme yo.

- Gracias de verdad, pero Carlos tienes un momento- ya mi paciencia se agotó.

Lo saqué afuera, Mar lo saludó y se entretuvo con su mamá.

- Carlos, nosotros estamos separados. No puedes venir y presentarte así. No eres su padre

- Quería ser su padre Paulina, yo quería todo contigo.

- Mira, no se dan las cosas forzándolas. Y sabes que jamás funcionó te pido que...

- Me aleje de ellos, Paulina me encariñe ¿puedes entenderlo?

- Está bien, pero entiende que no está bien confundirlos. Ya tienen su mamá

- ¿Lo saben?

- Obvio que lo saben, cómo se lo voy a ocultar todo este tiempo.

- Perdón no quise ser impertinente, solo que cuando Elena me aviso me dio mucho miedo, disculpa.

Agacho la cabeza y se fue... no voy a mentir sentí mucha lástima.

Volví a entrar y Mar se quedaba dormida con una nana relajante y juro que Majo también estaba por dormirse, me acerqué sobre ella y le besé sus manos.

- ¡a dormir! ¿viniste con Jesús verdad?

- Si mi amor, explícame ¿porque vino? ¿Cómo se enteró?

- Al parecer Elena se lo dijo.

- ¿Elena?

- Si, ella sigue enojada contigo.

- ¿Ella? - Majo estaba igual de indignada que yo...

- No lo sé mi amor, por favor no le des importancia ¿si? Te extrañe mucho - bese sus labios y si, ella también me había extrañado.

- Voy por Bruno mi vida. Dile a mi reina cuando se levante que mamá la ama y vuelvo a la noche.

- Está bien. Duerme bien

- Pau...- apareció con medio cuerpo fuera de la vista humana...

- Qué pasó?

- Te amo mi amor...- lo esperaba pero yo solo le sonreí.

Se fue, media desilusionada pero aún no, no podía decirlo. Creo que ese momento ya no habrá vuelta atrás. 

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora