Reflexión..

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No es un capitulo, es una realidad que vive Maria José sintiéndose que no tiene todo bajo control y que los miedos siempre van a existir. 


Salí de la ducha y mi mujer se dormía hermosamente, tenía la panza asomándose un poco de su pijama y la bese, apague la televisión y me metí en la cama abrazándola. Me dejé ir por su respiración, pero algo me despertó muy entrada en la madrugada, Pau estaba hecha una bola y llorando, me percaté que dormía

- ¿mi amor? - Era una horrible pesadilla...

- Majo por favor vuelve mi amor, no se que haré sin ti y mis niños aquí, creciendo - tenía sus dos manos en la panza y la intenté mover un poquito para que se despierte - mi amor, por favor responde el teléfono, por favor - me acerque a su oído y le hablé

- Mi vida estoy aquí - se fue calmando - mi amor, nuestros nenes están durmiendo y aquí estamos esperando otro bebé hermoso. Te amo mi vida

Pau se fue relajando de a poco, la panza dejó de estar dura pero yo me le prendí de la cintura. Me di cuenta que jamás iba a poder curar esa herida, ni con mis hijos ni con mi mujer- Lastime al amor de mi vida y a la persona que más me importaba, ¿Cómo me iba perdonaba? Fui una mala persona, me alejé, fui una cobarde que no le di la cara nunca, la pobre trabajaba día y noche y seguro se dormía como ahora, llevando dos hijos míos y yo viviendo mi vida en España totalmente despreocupada. Pensé que era otro tipo de persona pero me daba asco. Me levanté y tomé una pastilla para poder conciliar el sueño porque no podía dejarla sola por estar cansada, ¡no debía dejarla sola jamás! Mi pastilla hizo efecto por suerte.

Esa noche soñé en mis hijos y en lo triste y tortuoso que fue para mi mi mujer y lo que debió de padecer sin mi. 







Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora