Te amo Pau, soy la mujer más feliz gracias a ti

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capítulo 122

Te amo Pau, soy la mujer más feliz gracias a ti

Despertar de nuevo en México me parecía extraño, sin bien no tenía jet lag los primeros meses de embarazo me debilitaban si a eso sumamos que estábamos en la mudanza de la casa nueva me sentía un poco desorientada.

Era pleno invierno pero a pesar de eso en la ventana de mi habitación pude ver cómo María y su madre corrían sin parar por el jardín, mientras que Bruno estaba recostado en las que serían las reposeras de verano leyendo uno de los libros que su abuela Normal le regaló. Me quería dar un tiempo para mí, volví a la cama para acostarme y ver las redes sociales de la florería, estaban abandonadas desde el momento que partí a Madrid, me sorprendió la cantidad de mensajes que vi, la gran mayoría de Lourdes.

*20 de noviembre*

Paulina, estuve en tu casa y no hay nadie, entiendo que estés molesta por lo de la otra noche, debemos hablar.

*23 de noviembre*

Pau, cariño, sigo sin localizarte, te extraño.

*30 de noviembre*

En la florería no me dicen nada, es asunto familiar a lo que te fuiste, en el colegio tampoco me dicen nada de los niños, mi amor, es urgente

*15 de diciembre*

Tu casa está vacía, no respondes, jamás creí que fueras así Paulina

*28 de diciembre*

Espero que cuando me des la cara me tengas una explicación, esto no puede ser Paulina, no me puedes dejar así

Uno cada día hasta hace una semana, le debía una explicación, quizá era el momento. Me parecía que cada uno era más agresivo y violento.

-Para Lourdes

¿Estás disponible hoy? Debemos hablar

- Para Paulina

Hasta que aparezca, hoy en mi casa a las 15

- Para Lourdes

No, te envío la dirección donde nos podemos ver

Y así lo hice, nos encontraríamos en un lugar público, no podía decirle a Majo, revise un poco más, en unos meses dejaría el trabajo pero antes, tenía que estar todo perfecto. Obviamente avise a mis clientes que había vuelto y comenzaban a llegar correos electrónicos, me desperecé y cuando me acomode los vi entrar...

- Miren quien despertó niños - Majo estaba en la entrada de la habitación, con una bandeja en sus manos y nuestros pequeños a un lado

- Mami, Mami - Mis niños corrieron a la cama, me besaban, abrazaban.

Majo iba a despertarme con besos y mucha comida típica que yo amo. Terminamos el desayuno en Calma, los niños estaban felices por la nueva casa, preguntaba si acaso tendrían nueva escuela, ambas contestamos sus dudas, mientras Majo no me perdía de vista, sabía que le preocupaba que Bruno me oprimiera o Mar brincara de más, sin embargo debíamos tener esta conversación, no tenía idea cómo lo tomarían mis niños.

- Niños, esta tarde se quedan con mamá, debo resolver asuntos del trabajo, necesito que vayan a jugar mientras ella y yo hablamos-

Ellos se fueron e inmediatamente mi Majo se abalanzó sobre mí con mucho cuidado, depósito muchos besos en mi cara.

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora