¿Paulina eres tú?

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Capítulo 129

¿Paulina eres tú?

Nuestra mañana comenzó caótica, la rabieta de Bruno me había cambiado el humor por completo pero al verlo salir en brazos de Majo todo volvió a como imaginé, mi pequeño garbanzo se "manifestaba" aunque aún no lo podía sentir sabía lo que mi bebé quería y eso era comida, pero no cualquiera quería carne. Elegí un buffet de carne argentina, una comida que aborrecí durante mi primer embarazo ahora se volvía de mis primeros grandes antojos.

Ese lugar al parecer era nuevo, estaba abarrotado, me sorprendió cuando la anfitriona nos dejó pasar al instante sonriéndole a mi esposa. Guarde los celos para más tarde, mi hambre era más grande ahora. Pasamos una tarde amena hablábamos de la boda, de la cual no estaba muy convencida e iba a tener que hablar con mi futura mujer. Una boda aunque pequeña lleva tiempo y preparación, conociéndome y conociendo de a poco, este embarazo no iba a ser como con los gemelos, llevaba dos meses de embarazo y yo estaba muy excedida de mi peso, por ende imaginarme en un vestido aun si no fuera blanco era impensado.
Había algo que me tenía en duda: unas mesas de nosotros se encontraba un grupo de mujeres a las que creía conocer, cosa que comprobé una vez que dejé la mesa para ir al baño.

Esas mujeres eran mis antiguas compañeras de universidad, mujeres que cuando me vieron besarme con Majo me retiraron la palabra, aquellas que me habían humillado hablando mal de mi cuando deje de asistir a clases, esas minas mujeres estaban en el sillón del cuarto de baño consolando a su más grande amiga mientras está lloraba amargamente

- Permiso

- ¿Paulina eres tú?

- Si, soy Paulina, ¿usted? - Fingí no conocerlas, no les daría el gusto

- Estuvimos contigo en la universidad.

- Claro, si ya sé quiénes son

- Te vimos hace un momento en la mesa con ella

- ¿Ella? Ah sí mi esposa e hijos, si pasamos el rato

- ¿Te casaste? Wow no supimos más de ti después de que dejaste la escuela

- Te ves increíble, radiante - otra de ellas me hablaba como si fuera mi amiga de años.

- ¿Te hiciste algo? o no, ¿estás embarazada verdad? Ese brillo en tus ojos me lo dice

- Muchas tenemos otras prioridades y negocios que atender, además de mi familia y si, mi esposa y yo esperamos nuestro tercer hijo, si me disculpan tengo que volver con ellos.

Las dejé ahí, mi corazón latía a mil por hora, no me gustaba mentir pero no me dejaría humillar una vez más. Me dolía un poco no haber cumplido mi meta más grande, graduarme de la carrera que amaba, pero cuando los ví ahí, a mi futura esposa amor de mi vida y madre de mis hijos alimentar a Mar como si fuera un bebé mientras Bruno reía con el rostro lleno de salsa me di cuenta que todo había valido la pena, por ellos todo valdría la pena.

Una de esas mujeres se acercó a mi mesa y me saludó cordialmente.

- hermosa familia

- Gracias

Majo me beso la mejilla y yo giré mi cara para besarla.

- ¿Quiénes son?

- Las estiradas de mis ex compañeras De Universidad

- ¿Si? Pensé que tenías buena relación

- No, no volví a tener contacto cuando dejé la universidad...

- momento - tocaba mi barriga y miraba a mis niños haciendo monerías - ¿Pau terminaste de estudiar?

- Majo, no obvio que no. Si sabes lo qué pasó... al mes que te fuiste comenzaban las clase y descubrí a los gemelos antes, mi madre me echó de mi casa, no tenía para un alquiler menos para pagar mi universidad... Me dediqué a trabajar con Roberta y luego a criar a los niños.

Ella se quedó callada, apenas si me hablo de vuelta a casa, otra vez la sombra de culpa en sus ojos.

Baño a los niños en nuestra tina con espumas como querían para relajarlos por flores de lavanda, mientras con la computadora hablaba con Puri y le contaba lo que estaba haciendo. Escuchaba como Mar le contaba cómo iba bañar a su hermano y preguntaba también el hecho de donde dormiría, existió un pequeño drama madre e hija pero le explico que el bebe no podía dormir solo, Mar territorial con su madre como es, pregunto si yo podía dormir con el bebe mientras ellas dormían juntas porque ella también era una bebe. Obvio Maria José le dijo que iba a estar con ella, no le aclaro donde exactamente.

María acostó a los niños, saludo a Puri y me pidió cortar la charla. Me quede en la cama mirándola y ella suspiró y comenzó hablar

- te ayudaré a que concluyas la universidad - me descolocó, no esperaba eso

- ¿Que? No amor no es necesario llevo dos negocios yo sola y...

- No, no entiendes debes terminarlo amabas tu carrera

- Más amo a mis hijos y a ti

- No, quiero que lo termines y te ayudaremos los tres.

- Amor, con garbanzo ir a la universidad será complejo

- No, puedes hacerlo online, averigüe que puedes validar las materias que te quedaron, con tu identificación ves, aquí dice que dar un examen y validas la materia, ingresas al sistema. Luego observé - tocaba la computadora. Ella en la vuelta a casa había planeado todo y cuando la dejamos un ratito investigó - que aquí ves, son solo tres las materias que te faltan y listo! Todo aquí en casa y solo vas y rindes, ¿Qué dices?

- Que eres increíble, pero

- Na na na, ¿Qué dices?

- Que si... por ti

- No, no por mi por tu hijos, merecen que su mamá sea la profesional que soñó...

- Te amo.

Nos abrazamos muy fuerte ambas. Esa noche dormimos recordando anécdotas de cómo ella me ayudaba a estudiar y yo por fin le confesé que miraba su escote y su boca con ganas de comerla. Pensándolo bien iba a ser excelente que volviera a ser mi profesora.

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora