Disculpe ¿podría decirme el sexo genital en el oído?

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Capitulo 139

Disculpe ¿podría decirme el sexo genital en el oído?


El último examen nos traería el quinto mes de embarazo. Mi mujer estaba extasiada por ese evento que olvidó que era mi examen final. Me levanté temprano y me dirigí a la universidad. Los docentes eran muy lindos conmigo ya que la panza se super notaban. También sabían quién era yo, que la necesidad del título era solo para que mis hijos y mi mujer se sintieran más orgullosa de mi.

Entre el examen escrito y mi panza estaba como loca, mi hijo se movía tanto que moría de deseos de ver su hermosa carita, con eso podrías acallar las locuras del enfermo aquel. Durante el fin de semana mis hermano me contaron que se presentó dos veces en la florería como loco, exigiendo hablar conmigo. Por suerte él no conoce nuestra dirección pero María José sugirió ponerle seguridad a los niños, me negué completamente ya que no era justo para ellos. Norberto era insistente con eso, el tenia miedo que algo me pasara.

Finalmente me indicaron que tome asiento y que nos darían la nota final. Intenté que me la enviaran por correo pero no. La última es presencial.

Sentada y acariciando mi panza vi llegando lejos a mis hijos y María José.

Mis niños se me tiraron encima y Majo me abrazó

- ¿qué hacen aquí?

- Hoy vamos a ver al bebito

- Ah si pero creí que nos encontraríamos allá.

- No Mi vida - María peinaba a Mar en sus rodillas - te dije que te pasaba a buscar

Un secretario salió de la oficina y me llamo-

- Pau, mucha suerte

Ella lo sabía, lo detecté al instante...

En ese momento, me senté. Leyeron las clasificaciones y mis promedios. Me felicitaban, había terminado, realmente había terminado. Me puse a llorar obvio y me dieron la mano. Salí de la sala y mis hijos me esperaban con pequeños ramos de rosas blancas y María uno enorme.

- felicidades amor de mi vida

Los niños me abrazaban y el garbanzo se movía como loco. María me besaba y al demonio quien nos veía. María alzó a Bruno y me lo dio porque quería que le hiciera upa y sabía perfectamente que solo era hasta el auto.

Siguieron las felicitaciones y los abrazos.

- tenemos que ver a garbanzo niños, pero luego a festejar.

María condujo tranquila, pero sus hermanos estaban muy alterados. Los niños querían saber cómo sería su hermano y obvio trajeron consigo botellas de agua. Besaba a mis niños y hacia todo lo que ellos me decían

Nerviosa por cómo estaría mi bebé saludamos a la médica y le comentamos un poco. Le dijimos de los sangrados que si bien habían terminado el mes pasado, Majo quiso consultar igual. Normales y por estrés concluyó la médica, le explicamos que no queríamos ver el sexo del bebé y que sea sorpresa. Me sonrió y pasamos al sector de la ecografía.

Me preparé y el líquido estaba súper frío, mis niños se acomodaron cerca de su mamá dejando obvio trabajar al profesional.

María y Bruno quedaron impresionados por lo grande que estaba su hermano, sus manos, dedos, nariz, boca, todos se estaban formando. Al parecer mi bebé pesaba 250 gramos y yo había aumentado siete kilos, quería morirme pero le susurré algo a la ecografa. Al ver a mi garbanzo así, deseaba saber que sería, fuera del todo protocolo le consulté a mi mujer

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora