Porque Majo, ¿Por qué te fuiste?

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Capitulo 112

Porque Majo, ¿Por qué te fuiste?

En casa de mi madre las cosas no cambiaron, los niños jugaban con su abuelo quien les compró muchas golosinas, Pau solo reía mientras hablaba con Puri y mi mamá nos observaba.

- Hija, perdóname por privarte de esto, fui una tonta, jamás debí callarme que Paulina te buscaba

- No mamá, lo pasado es pasado, no te miento, hubiera amado estar con Paulina, ver crecer a mis niños, no pudo ser, pero ahora mamá, ahora somos una familia feliz, Paulina y yo tratamos de reconstruir nuestra relación, estoy pasando más tiempo con mis niños y son míos legalmente, cuando volvamos a México incluso puedes que demos  la noticia de otro nieto.

- Mi amor, estoy tan Feliz, ¿ya esperan? - mi madre me abrazó.

- no, pero si estamos buscando o de eso hablamos antes de viajar aquí, no tienes una idea lo feliz que soy con esa mujer.

El resto de la tarde paso tranquila, Paulina parecía estar tan cómoda con mi familia, bromeaba con mi hermana, su relación parecía ir mejorando,  mis padres nos pidieron que los niños se quedaran a dormir, querían pasar el máximo tiempo posible con ellos, nosotras accedimos pues no nos vendría mal pasar un tiempo a solas, además debíamos comprar cosas para la habitación de los gemelos. Decidimos mudarnos a Madrid, a mi antiguo departamento y mientras Pau llamó a  un arquitecto  y personal para mover los muebles, íbamos a comprar lo necesario para los chicos y se sientan cómodos el tiempo que pasemos aquí.

- Paulina, ¿cuánto tiempo nos quedaremos? - íbamos tomadas de la mano dentro de un centro comercial, las cosas de navidad se hacían presente y ella parecía encantada con todo

- Hasta año nuevo cariño, estoy segura que los niños amarán tener una nevada Navidad o mínimamente vivirla con sus abuelos- Ella beso mi mejilla antes de ir a una tienda llena de artículos navideños, yo solo la seguí, encargamos una nueva cama para mi pequeña, tenía forma de auto de carreras, también un poco más de ropa para invierno y algunos adornos. Era la primera navidad con mis hijos, eso me generaba mucho entusiasmo y tal vez Pau me permitiera ser un poco compulsiva con sus regalos.

Entrada la noche pretendíamos ir a casa, en el auto Mi Pau se quedaba dormida, cambié el rumbo y me dirigi al que fue nuestro hogar por algunos meses, ese pequeño apartamento en el centro de la ciudad, aparqué y la desperté - Vamos mi preciosa te tengo una sorpresa

- Amor estoy cansada, vamos a casa.

- Aquí estamos - ella no podía creer, tomó mi mano antes de bajar e ir al elevador, me beso lentamente, podía recordar la primera vez que nos besamos aquí, ella había obtenido su título y se iría pronto, se fue de su fiesta de despedida y me vino a buscar, tomo mi cara y me besó deliciosamente, esa noche nos conocíamos íntimamente, maravilloso. Puri se había ido a nuestra casa, fue su idea en realidad dejarnos esta noche para disfrutar. Sabía que los niños estaban con mi madre y que mi habitación aquí seguía intacta. Los recuerdos me hacían estremecer, eso y las manos de Pau perdiéndose por mi espalda.

Recordaba también cuando hicimos el amor por  primera vez, llevábamos poco saliendo, tendríamos la noche a solas, Puri no volvería hasta muy entrado el mediodía del día siguiente y nosotras aprovechamos, hicimos el amor en toda la casa, me dijo un sin fin de veces lo mucho que me amaba , aquí planeamos comenzar una familia cuando ella volviera de México.

Llegamos y ella dejó de besarme, recorrió el lugar con la mirada, las cosas habían cambiado un poco, sin embargo aún conservaba esa chispa, camino por todo el lugar hasta el balcón, pretendía alcanzarla pero mi teléfono sonó, era de México, debía atender el trabajo.

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora