Gracias Majo, ¡gracias!

723 59 2
                                    

Capítulo 3

Gracias Majo, ¡gracias!

Parecía que las cosas por fin se estaban acomodando, esta mañana hablaría con Pau y resolveremos el tema de los niños. Calcule siete años y ocho meses me había perdido, Maria había confirmado su fecha de cumpleaños, un dia muy importante para mi, el 10 de septiembre, la misma fecha del cumpleaños de mi madre. Me había perdido tanto de ellos, sus primeros pasos, su primer "mamá", el primer día de colegio, me perdí navidades, años nuevos y festividades, pero sobre todo, perdí la oportunidad de verlos crecer junto al amor de mi vida, la oportunidad de ser una familia.

A la hora acordada estaba en la florería, ví a Elena pero ella me ignoro, sabía el porque, abandone a su hermana embarazada, recordaba donde estaba la oficina así que fui a ella, toque la puerta y escuche un leve "adelante" abrí la puerta y ahí estaba ella, tan hermosa como siempre, había llorado y no sabía que decir ¿Será por mi? ¿Pasará algo con mis niños?

- Pasa y siéntate María José, es importante esto - Así hice, me senté sobre uno de los sillones y ella hizo lo propio frente a mi.

- ¿Cómo Paulina? ¿cómo ocurrió?

- ¿De verdad quieres saber? Paso porque no nos cuidamos ¿Que esperabas? Recuerda el "vamos a casarnos y tener una familia muy pronto ¿Para que cuidarse?"

-Si, lo recuerdo ¿Porque no me buscaste? yo hubiera estado presente, hubiera sido su madre.

- ¡¿Que no te busque?! lo hice desde el momento que me dejaste plantada en el aeropuerto, te busque por casi nueve meses hasta que mis hijos nacieron, te llamé, a tu madre y hermana, que se decía ser mi mejor amiga, incluso trate de localizar a tu padre pero fue inútil, nadie me decía nada, yo solo tenía tu número y Correo, no puede viajar fue un embarazo de riesgo por el estrés.

- Si yo hubiera sabido

- ¿Que? ¿te hubieras aparecido aquí como si nada? no María José, es muy tarde para eso, hice lo que tenía que hacer, crie, cuide y eduque sola a esos niños.

- Son mis hijos Paulina, tengo derechos - Ella aunque parecía serena sabía que en cualquier momento podía romper a llorar, la conocía tan bien, aunque esta postura tan fría me dolía.

- Lo se y no pretendo negar nada, sin embargo se hará a mi modo y con lentitud para no dañarlos

- Claro, solo te pido que me permitas pasar tiempo con ellos, son hermosos, tiernos, cariñosos, son.

- ¿Iguales a ti? sí, supongo que  es mi karma - Ella rió amargamente, yo lo había arruinado- La próxima semana tienen consulta con Salomón.

- ¿Tu psicólogo?

- Ex psicólogo, es infantil, hablaremos con él y nos ayudará en el proceso, sobre todo porque no será fácil - Sabía a lo que se refería los niños esperaban un padre, no a mí.

- ¿Qué les dijiste sobre mi ?

- Que eres una persona especial y maravillosa, que nuestro amor era tan profundo que nos a amamos tanto que ellos llegaron - y una lagrima resbalo por su mejilla y la limpio en segundos.

- ¿Solo eso? porqué Mar me dijo otra cosa, que el juguete que tanto ama es de su papá.

- Ella mal interpreto todo, y como si no. Lo tenía desde que era muy pequeña, lo tomó de un estante la primera vez que se puso de pie, desde ahí no lo suelta, pero - Ella bajó la mirada se sentía culpable.

- Está roto ¿no?

- Si, Carlos lo rompió por accidente, ayer se enteró y aún no me habla.

- ¿Porque tú novio rompió el juguete de mi hija?

- Primero no es mi novio, segundo fue un accidente, peleamos y él lo rompió, trate de repararlo pero fue inútil, me siento tan mal María José - Creo que se iba a quebrar, quería abrazarla pero me contuve, si tomé su mano en señal de aliento y ella me la sacó.

- Ya veremos cómo arreglar ¿si? ya no estás sola, si no te molesta me gustaría verlos está tarde y llevarlos por helado, quizá pueda ayudar con esto.

- No, preferiría que no, hasta que no te presente con ellos como amiga mía, no lo tomes a mal pero Bruno es un poco reservado y no quiero que te haga nada que te haga sentir mal, eres su madre después de todo - Ella se preocupó por mí, le sonreí y ella no dejaba de verme.

- ¿Eso lo podemos hacer hoy?

- Si, te veré esta noche- Ella se puso de pie e hice lo mismo, me acerque y bese su mejilla, un solo beso para no incomodar la, sentí mi piel erizarse al tenerla tan cerca, me despedí pero, aún había algo.

- ¿Cuando Te enterastes?

- ¿Del embarazo?

- Si

- Tenía mis sospechas pero quería contarte y que lo descubrieramos juntas, pero la certeza llego de que te fuiste, Roberta le gano de mano, al otro día era nuestro aniversario, rumbo a casa pensaba "será un hermoso regalo" planeaba guardármelo un tiempo más-

- Hasta la noche Paulina - estaba destruida y necesitaba salir de allí.

Me fui de ahí, esto no podía pasar, si no hubiera sido tan estúpida, pero ya estaba, faltaba poco para la audiencia así que tenía la mañana libre. Y entre mis cosas encontré esa foto con paulina en la plaza de Ciudad de México, siempre la llevaba escondida en mi billetera. Ella me besaba la mejilla y yo tenía en lo alto el juguete que había ganado a ese coleccionista. Entonces pensé que sería hermoso volver y poder regalárselo a mi niña.  Recorrí la plaza donde lo gané para Pau, el dueño me mostró algunos pero no, ninguno era igual, sin embargo me dijo que del otro lado de la ciudad seguro lo  encontraría, sería caro, eso no importaba, todo por mí pequeña.

Conduje cerca de una hora para llegar, fui donde él me indico, tenía todas mis esperanzas, el joven muy amable me atendió e incluso coqueteo conmigo.

- Su hijo será muy afortunado, es el último y de colección.

- Si, a mi princesa le encantará- Antes de volver pare en una tienda de cómics y compre de todo un poco, Batman y Ironman eran sus favoritos o eso me dijo, también compré una cadena hermosa de oro rosado con un dije pequeño de corona, también un poco de helado.

Para mí regreso ellos ya están ahí, Ernesto estaba en una junta y Micaela en clases, así que estaban solos mis niños en mi oficina haciendo tarea, ambos se sorprendieron y corrieron a abrazarme.

- Al fin llegas, pensé que te habías olvidado de nosotros -

- Sii, te extrañamos Majo - ambos me abrazaban felices, yo me sentía tan feliz, sin embargo, por alguna razón sentía que algo me faltaba.

- Jamás mis niños, de hecho les tengo una sorpresa, pero primero la tarea - corrieron a sus asientos, les ayude y comimos helado, Ernesto paso pero al verlos tan concentrados, solo me saludó y se fue

- Majo, Cual es la sorpresa - Mar se sentó en mis piernas, acariciaba mi cabello con lentitud.

- Si, queremos saber -  Bese la mejilla de mi niña y la dejé en su asiento

- Aquí tienen - les extendí una bolsa a cada uno, Bruno fue el primero en abrirlo, grito y después me abrazo fuerte,

- Gracias gracias, justo estos me faltaban, Mamá aún no me deja leer el de los grandes pero este me gusta - con sus pequeñas manitas tomo mi cara y beso mi mejilla- Gracias de verdad Majo.

Mi corazón brincaba de alegría, mi pequeña nos observaba, frunció un poco el ceño igual a su madre y después con sumo cuidado abrió el regalo, sus hermoso ojos celestes se llenaron de lágrimas, corrió a mi empujando a su hermano y lloró en mis brazos -

- Eres la mejor, muchas gracias Majo, te quiero - me contuve de llorar, mi nena me quería - este será nuestro recuerdo, ¿Si majo? - Ella apenas me vio, siguió llorando pegada a mi hombro

- ¡¿Que sucede aquí!? - Paulina había llegado y parece que se había arreglado, estaba hermosa.

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora