Mami no me dejes

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 Capítulo 96

Mami no me dejes

Había olvidado colocar el despertador y se hacía tarde, Roberta me esperaba. Conduje lo más rápido que se me permitía, me sentía extrañada pues la dirección que me envió me guiaba a un barrio que si bien tenía cierto nivel no era el que acostumbraba. Ella me esperaba fuera de un edificio algo deteriorado, aparque con precaución.

- Hola Roberta, siento la tardanza.

- Descuida, quiero mostrarte un lugar muy importante, me interesa venderlo lo más rápido posible.

Abordamos un elevador que parecía que en cualquier momento se detendría, en silencio total, sostenía unas llaves dónde se apreciaba una foto de mis bebés de pocos meses. El último piso fue nuestro destino, la puerta se abrió y un departamento muy modesto fue lo que encontré, desde la puerta pude apreciar el living comedor con una pequeña tv, al igual que la cocina no se habían usado en años.

-Adelante, pasa quiero mostrarte algo muy importante- La seguí se detuvo junto a una puerta, la habitación era pequeña, en cuanto lo abrió mis ojos se llenaron de lágrimas

- ¿Qué es esto Roberta? -

- Aquí vivió Paulina por cinco meses, antes de que Virginia recapacitara y ella cediera.- Era una habitación pequeña, con una cama grande, en la pared habían fotos nuestras, también algunas ecografías, sobre la pequeña mesa de noche una agenda de tamaño considerable y un viejo teléfono.

- ¿Qué Virginia reconsiderara que? Roberta ¿qué pasó con ella?

- Virginia se enteró de todo, la corrió de casa a golpes, la salvaron de milagro y por suerte no provoco un aborto. Luego de curar sus heridas decidió que no quería ser una carga para nadie. Ella hizo público la separación con Ernesto y Paulina estaba destrozada, la abandonaste sin decir nada, claro que nunca estuvo sola pero es muy orgullosa tanto que no quiso vivir conmigo y su padre, le di este lugar, siéntete libre de recorrerlo-

Mi corazón se encogió con cada una de sus palabras, quería llorar por haber sido tan estúpida, las fotos eran hermosas, todos los recuerdos vinieron a mi, me senté sobre la cama, algunas lágrimas recorrían mis mejillas, ¿Debía invadir la privacidad de Paulina de esta manera?.

No me tomó mucho decidir, dentro de la agenda un sobre con muchas cartas, todas fechadas poco después de que me fui.

*Mi amor, no se porque ni cuando pero te fuiste, me dejaste pero no sola, moría de ganas por contarte que esperamos gemelos, necesito que vuelvas, te necesitamos y amamos*

*Nuestros pequeños Bruno y María José, te necesitan, no paro de buscarte, nadie sabe nada de ti y yo siento que muero por cada minuto que no se de ti, Quizá no merezca vivir estoy tan cansada de estar sin ti, mi amor vuelve te amo*

*Soñé que nuestros gemelos tenían tu sonrisa. Mi amor intenté subirme a un avión tenía que decírtelo ahora debo pasar el embarazo tranquila, ¿Por qué buscarte es tan complicado?*

A lo largo de las cartas, Paulina describía sus citas con el médico. Los análisis daban mal, los niños y ella no engordaban, los medicamentos eran impagables, ¿Qué secuelas le dejo esto a mi mujer y a mis hijos? Las palabras de amor se esfumaron y podía leer el rencor, no sé cuántas leí ni tampoco cuando las lágrimas dieron paso a los sollozos, una en particular llamó mi atención, fechada unos días después del nacimiento de nuestros hijos.

* María José, lo intente todo y nada funcionó es por eso que decidí dejarte ir, amarte me hace tan mal y ahora con nuestros preciosos hijos no puedo detener el mundo para buscarte, Bruno José y María Virginia si, se llaman como tú, fue inevitable, ellos me hicieron comprender que jamás podría olvidarme de ti, pues te veo en sus ojos, en sus sonrisas y en sus gestos, te amare eternamente y te amare a través de ellos, pero hoy amor mío te dejo libre*

Llore, llore por ella, por haberla abandonado cuando más me necesitó, por las carencias que sufrió, por qué, por culpa mía estuvo a punto de perder a nuestros hijos. Roberta no quería importunar pero debíamos irnos, los niños estaban por terminar sus clases, tomé aquella agenda, la llevaría conmigo siempre.

La maestra me comento que Paulina se llevó al niño por dolor estomacal, me dio a Mar y con ella en el auto emprendimos camino a Casa, ella me dijo que su hermanito se sentía mal y mamá se lo había llevado, estaba triste, mi teléfono comenzó a sonar como loco, comprendí que quizá no tenía recepción en aquel lugar, aparque para revisar, todas las llamadas y eran de Paulina,le devolví una las tantas llamadas que me hizo.

-Paulina perdón, estaba en una audiencia, ahora estoy en casa con Mar, de verdad lo siento tanto, ¿cómo está mi bebe?- Menti, era lo mejor.

- Bruno está bien, lo dejaré en casa y después iré por Mar.

- Pero Pau hoy me toca quedarmelos.

- No me importa, nuestro hijo te necesitaba y no estabas, iré por mi hija y volveré a hablar con mi abogado con respecto a esto- Me cortó la llamada, lo que sería una tarde tranquila con los niños y Claudia se convirtió en un caos.

Ella se encontraba ya en casa, tendríamos un almuerzo de despedida con Emily que se iba unos días a New York, le había dicho que en vano que la acompañara, como noto la emoción de Claudia con los pequeños y ella solo se ausentaria tres días, era mejor que se quedara y disfrutara. Su avión partía mañana al mediodía. Vimos a Mar tan decaída que a Clau se le ocurrió la brillante idea de hacer un desfile de modas, la modelo seriamos nosotras dos y Emily daría el visto bueno.

Mi niña parecía feliz hasta que Paulina llegó, ni siquiera toco el timbre, solo se prendió al claxon sin parar. Mar no quería irse, lloraba sin cesar, la convenció que mañana la iba a ver y la comí a besos, la lleve con Paulina, y ella le gritaba a su madre. Vi alejarse poco a poco, no podía derrumbarme ahora. Paulina tenía razón en tratarme así.

- Tranquila Majo, esto se arreglará ¿si?

-No estuve cuando me necesitó, mi niño estaba solo y yo hundida en un pasado que me tiene cansada -Ella me abrazaba tratando de tranquilizarme. Insistí que se fuera al departamento con Emily, que no deje de hacer cosas que ama.

En cuanto se fue Paulina no pare de enviarle mensajes y llamarla necesitaba hablar sobre mis niños y quería evitar por todos los medios que llegará a su abogado y por supuesto a una instancia legal, yo no iba a poder ganar nada. Como me lo presupuse jamás respondió.

Me concentré en leer mis casos, no planeaba irme de México, además solo así lograba olvidarme un poco de la tragedia de mi vida. El timbre sonó insistente, Me asuste un poco porque no esperaba a nadie y era relativamente tarde para visitas, al acercarme al monitor para ver quien me llamaba, vi a mi pequeña Mar llorando y mirando para atrás asustada, abrí la puerta al instancia, se abrazo a mi en cuanto me vio y espere ver a mi hijo pero no, ella estaba totalmente sola.

- Mami no me dejes, mami por favor- apenas podía hablar.

-Tranquila mi niña, mami está aquí-

- No me dejes Mami- con dificultad la tomé en mis brazos, la recoste sobre el sillón y hecha una bolita siguió llorando, marque a Paulina pero jamás atendió, Mar ni hablaba, sollozaba, estaba muy mal. La tome de sus manos, la mire fijamente y la ayude a respirar, cuando por fin se logró calmar el timbre sonó de nuevo y esta vez era Pau con Bruno detrás a pesar de estar evidentemente recién levantada se veía hermosa, ella no me miró, fue directo dónde Mar les di su espacio mientras disfrutaba de mi niño.











Uno extra por si acaso ♥️

Nos leemos en unos días ♥️✌️

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora