Las cosas cambian María José

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Capítulo 16

Las cosas cambian María José

El pasar tiempo con mis hijos se había vuelto la más hermosa de las rutinas, ellos llegaban y yo dejaba todo para atenderlos, almorzabamos juntos, después los veía hacer sus tareas mientras yo trabajaba y si lo requerían, los ayudaba , solo los dejaba cuando debía ir a alguna audiencia, Roberta estaría libre pronto y estos momentos terminarían, sin embargo aprovechaba cualquier momento para demostrarles cuánto los amaba, aunque ellos solo me veía como la Amiga de su mamá, atesoraba cada abrazo, beso, las cenas de la cuatro juntos, las bromas y los juegos.

Hoy, pasaría la tarde en casa con ellos, cancele todo, seguía preocupada por lo que dijo Salomón, pero Paulina tenía razón, debíamos resolverlos juntas. Cuando ellos salieron de su sesión fuimos directo por esas hamburguesa que tanto les gustaban, un poco de Helado y algunos materiales para su tarea, ellos cantaban y yo me derretía, nos apresuramos a terminar sus deberes así disfrutamos de la tarde, mis niños eran tan inteligentes a su manera, Bruno era rápido y activo mientras que Mar era creativa, tan diferentes e iguales al mismo tiempo. El resto de la tarde lo pasamos viendo algunas películas elegidas por ellos, aunque me asegure que fueran aptas para su edad, todo marchaba bien hasta que...

- Majo, tenemos hambre -

- Si muchas, mira - Mar puso la mano en su estómago y me indico hacer silencio - Suena mucho.

- Bueno, bueno, ¿Qué quieren cenar?

- Pizza de tortilla - Gritaron al unísono.

- ¿Como?

- Si, ven te decimos cómo

Fue un caos, aunque el procedimiento era sencillo, no soy la mejor cocinera, pero les gustó, o eso me dijeron, durante la cena ellos peleaban sobre quién era el bebé más hermoso, tuve que acceder a ver fotos de ellos para decidir.

- Ambos son hermoso niños, siguen iguales.

- Pero Majo - Mar me hacía pucheros y yo solo reía.

- Nada, ambos, al baño.

Durante este seguian discutiendo, Mar comenzó una guerra de agua donde yo también resulte mojada, a pesar de ser muy independientes le indique a Bruno por el otro lado de la puerta como debía lavar su zona genital, era importante.

La parte de dormirlos fue sorprendentemente fácil, ambos me besaron y abrazaron antes de caer dormidos, yo también estaba cansada, faltaba poco paras las 21:00 y ya dormían profundamente, envié un mensaje a Paulina avisando que habiendo dormido, adjunte unas fotos, una comiendo, otra después de comer ambos besaban mis mejillas y una listos para dormir. Ella respondió un "Son hermosos, iguales a ti" '¿Qué significaba eso? Le respondí por supuesto "Lo hermoso lo heredaron de ti" pero ella lo miro y no me respondió. Fui una idiota no sabia que hacer, los dejé descansar y por curiosidad me acerque a la habitación de Paulina, había estado ahí hace poco, cuando los niños quisieron ver películas en su gran cama, todo olía a ella, olor afrutado pero con un toque de chocolate y flores naturales, siempre me embriagaba. Al principio solo lo recorrí con la mirada, era como ella, sobrio y elegante, me acerque a su cama y puede ver en los burós fotos de los niños, las que supuse faltaban en el álbum, algunas de su familia completa y de su padre con Roberta, había algo que me llamó la atención, un frasco, no sabía lo que era pues no tenía etiqueta pero eran pastillas, además de un polvo extraño, me acerque a su armario y si sus gustos siguen iguales, sin embargo había madurado. Mis sentimientos por ella estaban tan confundidos, era la madre de mis hijos y siempre la querría por esa razón, pero, conforme los días avanzaban anhelaba su compañía, extrañaba su voz, su risa, los breves momentos que pasamos a solas y aquellos donde parecíamos una familia feliz. Recordé la noche mirando una película con los niños, Paulina se apoyó mucho a mi y pensé que el corazón se me iba a salir del pecho, pero disimulé muy bien. Lo mismo me pasaba cuando bañábamos a los niños y ellos la mojaban, seguro habré quedado como una tonta más de una vez mirándola, me hacía acordar cuando vivíamos en España y jugábamos en la ducha hasta que el agua estaba helada.

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora