Siempre tú

Esto no termina aquí mi amor...

Capitulo 122

Esto no termina aquí mi amor...

Estábamos agotadas, Paulina se seguía negando a hacer la prueba, decía que eran más efectivas por la mañana, con los gemelos las nocturnas le salieron todas negativas. Pero yo sabía que había sido por la tarde, así que disimule que la entendía. Sabía que me mentía y me sentí peor porque también entendía su miedo. Me ponía mal porque eran dos las cuestiones... o no quería ser madre de nuevo o no quería hacerse la prueba por miedo que fuera negativa. No iba a molestarla yo estaba segura, no se como, pero sabia que esperábamos un bebe, pero también no quería ilusionarme sin embargo era imposible pensar en vivir todo esto a su lado, me llenaba de felicidad.

Llegamos a la que pronto dejaría de ser nuestra casa, los niños luego de cenar fueron directo a dormir, entre el jet lag, jugar tras Micaela y Rocko su perro en lo de Virginia, estaban agotados Pau se veía igual. Con su pijama, me dió un beso antes de caer dormida, la observé por mucho tiempo, si bien se veía un poco más llenita no parecía de embarazo, imaginé como sería de ahora en adelante, los niños, nosotras, debíamos planear una boda también, me quedé dormida con la idea de mi hermosa familia creciendo.

Un ruido me despertó, no pasaba de la 1am y Paulina estaba despierta

- ¿amor que buscas?-

- Algo dulce, estoy segura que traje conmigo un chocolate - Solo con la lámpara de su celular buscaba dentro de su bolso.

- Mañana iremos a hacer comprar, duerme

- pero quiero ahora ya - Su tono infantil me dió ternura, se parecía tanto a nuestra pequeña cuando quería una rebanada más de Pastel- Ya se, iré por algo a la tienda, no me tardo...-

- No Pau, es tarde, trata de dormir, no te pongas así - Me miro feo, comenzó a cambiarse

- Si me pongo así, si estoy embarazada debo aprovechar ahora que pudo cumplir mis antojos nocturnos, cuando el embarazo este más avanzado no podré ni moverme y no te imaginas lo horrible que se siente querer comer una hamburguesa con doble carne toda la noche - Tenía razón, no sabía, no estuve aquí durante sus antojos, y todo por idiota-

- Amor ven a la cama yo iré, pero mañana te harás la prueba ok, ¿que quiere mi mujer? - se sentó junto a mi con una gran sonrisa en los labios, era peor que los gemelos.

- helado de frambuesa con chocolate, tabletas de chocolate blanco y una con nuez, gomitas de colores y hmm algo picoso - La quede mirando, ella tenía en su cabeza lo que iba a comer y lo que necesitaba para saciar ese antojo

- ¿algo más de mi vida?

- si a ti en mi cama así que date prisa.

Solo me puse mi abrigo sobre la pijama, besé su frente y conduje con precaución hasta una tienda de conveniencia muy cerca del vecindario. Esto era así siempre la embarazada tenía la razón y la otra persona que no cargaba con el bebe dentro consentía, pero yo también tenia una ganas extrañas de gomitas de fresa ¿podía tener antojos? Por la hora estaba cerrada sin embargo me atendieron por la ventanilla, pedí todo lo que ella me dijo en doble, por precaución, además de dos pruebas de embarazo, el joven se retiró y yo sentí a alguien tras de mí .

- Buenas noches - Conocía a esa mujer, era la que pretendía a mi Paulina: Lourdes

- Buenas noches - Me saludó amablemente, al parecer no me reconoció, sin embargo no dejaba de verme, estaba completamente segura que era ella, a pesar de que se veía con aparentes copas de más

- Es usted amiga de Paulina ¿no? sabe algo de ella, hace dos meses no la veo, ni a los niños

- Si, tuvimos un emergencia familiar y - El cajero no me dejó terminar, me ofreció los diferentes tipos de pruebas, tomé las dos, solo para estar segura, volví mi atención a ella - Estamos de vuelta hace poco.