Capítulo 104
Mami, la abuela se pondrá bien
Este despertar fue totalmente diferente, apenas y entraba luz por la ventana cuando el cansancio de mi cuerpo me hizo abrir los ojos, estaba justo al borde de la cama, mi pequeño en medio, totalmente estirado pero con las manos entrelazadas a María José y mi niña abrazada a la cintura de su madre. Ella se veía tan hermosa, a pesar de tener la pierna de Bruno sobre su torso, su rostro reflejaba tranquilidad, no quería moverme. Ver a mi familia así como ahora era un regalo tan maravilloso que no querría que jamás terminará. Tan perdida en mis pensamientos estaba que me sorprendió el sonido de un celular, sabía que no era mío, ese estaba abajo, junto a mi y en la mesita de noche sonaba el celular de ella. Me atreví a tocarlo pues no quería que se despertarán. Pude divisar que quien llamaba era su hermana, en la pantalla había una foto de ella y el " Puri" debatía si debía contestar, romper esa línea en el momento en el que estábamos no era correcto. El aparato dejó de sonar, pretendí volver a observar a mi pequeña familia pero el sonido volvió, debía ser importante, con sumo cuidado me levanté, mi pequeño se removió un poco, pegándose más a su mamá, tomé el celular y salí
- Hola - susurre
- Majo hermana, ¿eres tú?
- No, soy Paulina
- Paulina hola yo, ¿puedo hablar con mi hermana? - note la preocupación pero creí que era simplemente por que el llamado lo respondí yo.
- Ella está durmiendo ahora con los niños, ¿puedo darle algún mensaje? - Escuche como se entrecortaba su voz, algo estaba mal-
- Si, dile que Mamá se descompuso, tuvo una subida de presión muy grande, estamos ahora en el hospital, ella pide verla y que me llame en cuanto pueda
- Claro, yo, le avisaré
- Gracias Paulina, te extraño tanto amiga...- La llamada se cortó ¿se descompuso? Tenía pánico, había hablado con su madre hacía unos días, no creo que fuera por mi pero la culpa me carcomía por dentro. Majo jamás me habló del tema, estaba preocupada, volví a la habitación. Ellos ya habían despertado, escuche risas, y un nudo se formó en mi garganta, Norma no había sido la mejor de las suegras, siempre fue celosa de mi porque María José era su princesa, pero ahora estaba mal y no sabía si podría conocer a sus nietos, la culpa me volvió a atacar.
- ¿Miren quien decidió unirse? - María José me miró como si yo fuera lo más hermoso que entró en la habitación, contuve mis lágrimas, me acerqué a mis pequeños, repartí besos por sus caritas antes de enviarlos a su habitación para que se higienicen, debía hablar con ella
- ¿Y no hay besos para la mamá ? - Ella se acercó a mí, rodeo mi cintura con sus manos y yo la aleje.
- Majo, tenemos que hablar -
- Paulina, no me hagas esto otra vez, yo - oí la desesperación en su voz, ella creía lo peor
- No mi amor, es otra cosa, tu hermana llamó, no quería responder pero al ver la insistencia lo hice, me informo que tu madre está en el hospital y quiere verte, debes llamarle - La abrace fuertemente contra mí, sabía que me necesitaba y no la dejaría sola, ella se desmoronó y lloro un poco en mi hombro, esto era peor de lo que creía, mis pequeños volvieron y nos separamos al instante, ella se alejó, no quería que los niños la vieran así.
- Vamos niños, preparemos un rico desayuno
- Mamá está bien, ¿a donde fue? - la buscaban con su mirada
- Mamá tiene que hacer un llamada importante, ahora nos alcanza - Tomé sus manos y nos fuimos directo a la cocina, ellos querían cereal y ver sus caricaturas así que los dejé, les encendí el televisor
- Voy a hablar con mamá niños, ya vuelvo, hoy es un día muy importante- Ellos solo asintieron sin prestarme mucha atención, subí un una taza de café, Majo me necesitaba. Cuando llegue, ella había colgado la llamada, estaba sentada sobre la cama limpiando sus lágrimas
- Mi amor, ¿cómo te encuentras?
- Mal, ella volvió a descomponerse, está enferma de sus nervios Pau, no te lo comente antes porque tratamos de estar en calma para ella... Está conectada de nuevo como su último ataque de presión, los doctores me dijeron que no era posible si se cuidaba pero evidentemente no lo hizo. Ahora ahí está, luchando por su vida- Deje a un lado todo y la abrace, me recordó tanto a mí pequeña Mar llorando por una pesadilla
- Tranquila amor, ella saldrá de esto ¿si?
- Debo viajar hoy mismo, no sé por cuánto tiempo, no sé qué pasará ni como explicarle a mis niños. - se tomaba la cabeza, esto la perturbaba mucho. Y no lo pensé, no lo medite, directamente se lo dije.
- Tranquila, yo me encargo de todo ¿si? porque ni creas que harás esto sola, somos una familia y aunque debo admitir que no es la manera en la que quería que mis hijos conocieran a su abuela así tendrá que ser
- Pau no sé qué decir
- Qué te parece un sí - le sonreí y la bese tiernamente, había extrañado tanto tenerla cerca- Ahora señora mía que le parece si se toma una taza de café y acompaña a sus hijos, yo resolveré todo, volví a besarla antes de ponerme de pie e irme al baño.
Llame a todo el mundo, primero a mi padre para informarle el viaje, con mis hermanos para darles indicaciones, a la escuela para acomodar sus cursos, no había fecha de vuelta, así que debían enviarme tareas, exámenes y lecciones, a las clases de natación, karate y danza envié un E-mail, quizá cuando todo estuviera mejor podrían tomar algunas clases en Madrid. Compre los cuatro boletos en primera clase y comencé arreglar todo, cuando volví al recibidor la ví hablando con ellos, les había dicho todo, me acerque para darle ánimos y continúes con con mis labores.
Los niños no entendían absolutamente nada, estaban emocionados por conocer un nuevo país y su nueva familia, hasta que vieron a su mamá un poco alterada, subieron a buscarme sin soltarla. Ella me miraba organizar sus maletas preocupada porque claro, sabía que no teníamos una fecha de regreso y los niños tienen una vida aquí. La tome de la cara y la bese dulce, estaba apacible, calmada por fuera para sus hijos sabía que lo hacía por ellos, mientras yo ordenaba la ropa de los niños en sus maletas ellos la besaba y daba cariño.
Por la noche cuando ella se fue por las cosas que llevaría me dispuse a hablar con los pequeños, que estaban alterados porque su mamá se fue, miraban por la ventana por si su auto salia algun lado, les indique que estaba en la casa de junto pero igual note que se turnaban para vigilarla.
- ¿Entonces iremos con nuestra otra abuela? - me decía Bruno acariciandome la cara
- Si mi amor, mañana a primera hora saldremos, solo les pido que estén en calma con mamá y le den mucho amor, la abuela está enferma y eso pone muy triste a mamá-
Cuando ella volvió, ellos corriendo a recibirla,
- Mami, la abuela se pondrá bien
- Si ma, nosotros queremos conocerla - ambos la abrazaron y ella trataba de no llorar, me di cuenta que la habían extrañado mucho, que hice muy mal en alejarlos, su amor es incondicional, sin embargo sabía que este viaje nos uniría como familia.
El resto de la noche la pasamos tranquilos, vimos una película y aunque María José no quería comer lo hizo por los niños , ambas los ayúdanos a bañarse y los recostamos. Hicieron rabietas por no dormir con nosotras pero nos esperaba un largo viaje, ella no quería dejar de verlos, sentía miedo.
- Vamos María José, debemos dormir nosotras también- Tomé su mano y salimos de ahí
- ¿Ya no soy amor?
- Yo, no es eso
- Entiendo Pau, debemos cuidar a los niños, pero quiero que sepas que esto no es algo de una noche, yo lo quiero todo contigo
- Y yo mi amor - Fuimos directo a la cama, nos cambiamos mutuamente y aunque me moría por besarla y hacerle el amor, no era el momento, nos mirábamos abrazadas, besándonos por momentos, hasta que la alarma sonó. Debíamos irnos
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Siempre tú
FanficPaulina de la mora se enfrenta a una realidad, a una vida completamente nueva acompañada de sus hijos, pero el pasado vuelve a ella, ese pasado con perfume de mujer...