Se exactamente donde paso

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Capítulo 1

Se exactamente donde paso

Mi avión estaba a punto de aterrizar, el vuelo duró 12 horas donde preferí dormir, no quería pensar en nada. Cuando escuché al piloto mencionar que estamos llegando dimensione la situación en la que me encontraba, volvía a México después de 8 años. Aquí se había quedado mi corazón, mis ilusiones y esperanzas, por supuesto yo ya no era la chica ingenua de antes ahora volvía por una fuerte razón.

Hace poco menos de una semana mi padre se comunicó conmigo, uno de sus viejos amigos estaba en un gran lío legal y me pedían a mi resolverlo, cuando supe que se trataba de Ernesto de La Mora, el padre de mi ex dude un poco, pero Roberta, su pareja y la quién estaba a punto de ir a prisión fue una buena amiga, una confidente mientras viví en México, además, volverla a encontrar hace unos años fue un rayo de luz, me habló de Paulina aunque yo no sé lo pedí, sabía que había reconstruido su vida, tenía hijos y, aunque Roberta jamás me dijo si estaba casada, yo lo imaginé, no quería pasar por esto, mi plan era ayudar e irme, haría lo que sea para no verla. Al aterrizar me apresure a salir y el ya me esperaba.

- Hola María José, te ves muy bien

- Gracias Ernesto - El me sonrió cortes y para mi sorpresa me saludó con un beso en la mejilla, tomo mi maleta y nos dirigimos en silencio al estacionamiento, una vez en marcha me informo que por la tarde era horario de visita en la prisión, me mencionó también que podría quedarme en su casa, era grande y solo estaban ellos dos por el momento, por supuesto me negué, ya había arreglado todo para estar en unos de los apartamentos propiedad de mi madre, todo se volvió silencio hasta que una llamada nos interrumpió

- Hola mi amor, si estoy yendo a la oficina, ajá no te preocupes me aseguro que Linda los vigile, a las 15, si Pau no te preocupes ellos comerán, nos vemos esta tarde hija.- No le había prestado atención hasta que escuche su nombre, debía permanecer lo menos posible en la oficina.

-Disculpa María José, Paulina es un poco obsesiva sobre cómo cuidar de los niños, ya los conocerás, son unos niños encantadores- Yo solo le sonreí, de ninguna manera quería tomarme con Paulina, su esposo o hijos, aún así Ernesto me platicó un poco más sobre el caso, también me mencionó el nombre de los Niños "Mar y Bruno" estaba contrariada, Queríamos llamar Bruno a nuestro hijo, ella siempre lo menciono, le gustaba su significado, no sabía la edad de los niños, pero no, era imposible, al bajar él me dijo algo que me dejó pensando "Los reconocerás al instante". Entramos al edificio y todos me saludaban con educación, olvidaba que México era así, Ernesto me indico una oficina, me pidió me pusiera cómoda, en treinta minutos sus nietos e hija llegarían y podríamos comer todos juntos en el comedor de su oficina, yo solo asentí, los nervios me invadian, trate de concentrarme en los archivos, esto era muy fácil de ganar pero no lo haría si no me concentraba, no habían pasado ni 10 minutos cuando decidí que era mejor irme a descansar, no me haría nada bien verla, me despedí de de Ernesto y, a pesar de mis negativas, le pidió a uno de los choferes que me llevará, antes de abandonar el lugar pude ver cómo tres niños. Una era más pequeña que los otros, entraron pero la niña volteó a verme y me sonrió, era Micaela, la conocía bien.

A pesar de que pedí no me dirán este apartamento lo hicieron, debía volver al lugar donde fui la mujer más feliz del mundo, todo me recordaba a ella, a pesar de que había sido remodelado los recuerdos seguían ahí. Después de una larga ducha y mirarme en el espejo, sentía un enorme vacío. La imaginé entrando al baño con su cabello húmedo y abrazándome por la espalda. Cerré mis ojos e intenté poner de mi para sacármela de la cabeza. Me marché, debía alquilar un auto y un nuevo teléfono, incluso de las horas no tenía hambre, quizá después de ver a Roberta, quizás podría comer algo.

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora