¿crecieron mucho no?

323 25 0
                                    


Capítulo 82

¿crecieron mucho no?

Abrí los ojos y Majo no estaba en la cama. Me arreglé un poco y no tenía ganas de levantarme ni de hacer nada. Volví a acostarme y escuché cuando me tapé balbuceos del lado de afuera...

Mi hijita entraba con Bruno y una bandeja. Traían mi desayuno, como cada 9 de septiembre, festejábamos el año que dejábamos. Yo los ayudé y ella entró detrás con un enorme ramo de rosas, no sé qué cara le puse, pero se entristeció.

- mamita, último día, adiós siete años

- Si Bruno- lo subi a upa y lo comía a besos acostándose a mi lado. Mar endulzaba mi café y besaba antes de dármelo.

- Le contamos a mamá que siempre hacemos esto...

- si, perdón María José, me olvide completamente...

- Si, le dijimos que siempre te pones un poco así. - me di cuenta que mi hija se daba cuenta que siempre me entristecía su cumpleaños.

- Niños va... vamos a la escuela! A cambiarse

Ambos me besaron y salieron a prepararse

- quédate en la cama - me dijo cuando me iba a levantar.

- No, debo ayudarlos...

- Pau, quédate. Los llevaré y luego hablaremos de esto, no me gusta verte así.

Me besó la frente y se fue. Cerré mis ojos y volví a dormirme, aún así mella la pastilla de la noche anterior

Abrí los ojos y tenía sus brazos entrelazados en mi cintura. Me levanté y descubrí que estaba despierta... me giré y la miré fijo

- hola-

- Me vas a decir qué pasa

- No quiero atormentarte con esto mi amor, perdóname ayer no fue un buen día y me brote de los celos. Yo sé que eres mía y yo tuya...

- Solo quiero que sepas te amo

- Y yo a ti... no quiero aguarte el primer cumpleaños de tus hijos. Disculpa...

- No solo eso me emociona, ¿recuerdas lo que hablamos? - Majo pasó su mano por mi barriga y me sonreí. Ella estaba contando los días y no, no se había olvidado.

- Y que ¿lo tenías muy presente?

- Sabes perfectamente que si... así que desde mañana chau pastillas... ¡Hola futuro bebé! - Ella levantaba sus brazos y me besaba dulcemente.

Yo solo me reía y nos quedamos la mañana en la cama, planeamos todo desde su portátil y nos besábamos muy despacio. Miramos los pasteles para mañana a la tarde con mis niños. Uno de fresa y frutas para Bruno y el más goloso de mousse de chocolate y chispas para Mar. Íbamos a cenar en un restaurante italiano, el de siempre. Hicimos las reservas antes que nuestros bebés llegaran con su abuelo Ernesto, el paso por ellos para llevarlos a una juguetería y que eligieran sus regalos, más tarde vendría mi madre hacer exactamente lo mismo y Majo estaba desenfrenada por llevarlos y comprarle media juguetería.

No íbamos a tener tiempo el día de mañana, por eso todo se haría hoy.

El celular de Majo sonó y estaba junto a mi, le sonreí, lo cogí y atendí. Solo movió la cabeza.

- hola hermosa

- ¿Hola cómo estás? - fui tan sarcástica

- ¿Quién es?

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora