Siempre tú

Mami quédate, no te bañes

Capítulo 100

Mami quédate, no te bañes

La mañana me sorprendió en su cama, con mis niños y su aroma impregnado en mi cabeza. Me desperté asustada. Miré el reloj y divisé que faltaban dos horas para llevarlos a la escuela. Los acomode muy despacio y me arregle un poco en el baño. Coloque mis zapatos y alguien me tomó de la mano antes de bajar las escaleras.

- Mamá ¿adónde vas? - María y una hermosa cara de dormida me retenía.

- Mi amor - me puse a su altura. - A casa mi vida, voy a cambiarme y los vengo a buscar. -Bruno se acercó todo dormido y se prendió de mi cuello.

- Mami quédate, no te bañes - me reí de las ocurrencias de mi niño.

- Mamá debe arreglarse mi cielo, que les parece si van a la cama y mamá los lleva a desayunar.

- ¿A mami también?

- No vamos a molestar a mamá ¿si?- besé sus frentes y salí de la cama.

Apenas salí de ella suspiré, la miré y quise quedarme un poco más pero no quería invadir su espacio personal.

Me duché, me cambié esa ropa espantosa y me noté distinta. Abrí los mail y mi psicóloga me había respondido. Me consultó si tenía un momento para poder charlar y accedí, aún faltaba para llevar a los niños, obvio que le escribí a Pau diciendo que yo los llevaría, que duerma tranquila. Me senté frente a la pantalla y la llame.

La charla fue distendida, le conté mi episodio y lo mal que me sentía. El miedo que le generaba que mi ex novia se entere, que mis hijos podían haberse enterado que yo moría así o mi adicción a las pastillas tranquilizantes.

- Calma María José, debes entender que estos episodios no son esporádicos.

- Lo sé, sé que tengo un problema.

- Creo que lo más importante es curar esa relación que tienes con ella y esa culpa que no te deja vivir. Yo entiendo que ahora estás celosa por la mujer que la frecuenta.

- En realidad ella frecuenta a esta mujer. Siento celos pero no por creerme mejor que ella, sino por jamás llegar a ser la mujer que Paulina necesita .

- Creo que ese es un problema que tú idealizas pero no tan errada, tal vez no es una mujer para ti, como tu no eres la mujer para ella. No está mal entender que son incompatibles y dejar de insistir en algo que les hace mal. Creer que alguien puede cambiar es malo pero siempre podemos ser mejores. ¿Qué quieres con Pau?

- Que sea feliz, pero no lo será conmigo, siempre me equivoco.

- Date un tiempo para no equivocarte, deja que todo se acomode para ti, tal vez curando esa inseguridad puedas recuperarla o directamente disfrutar de verla feliz.

Tenía razón, yo la amaba tanto que haga lo que haga, viéndola feliz yo le llenaría completo. Finalizamos la charla y agendamos una nueva sesión.
Al salir Paulina también estaba cambiada y lista.

- ¿Me dejas en la florería ?

- Obvio si, los iba a llevar a desayunar ¿quieres?

- Excelente

Viajamos con los niños, ellos iban tranquilos en la camioneta que era de su mamá. Le rogué a Paulina volver a manejarla, por ende yo siempre la usaba cuando iba con ellos porque sobre todo es blindada.

Llegamos a una pequeña cafetería, siempre dándole el lugar de la ventana a Paulina. Apenas llegó la mesera pedí lo que acostumbramos a comer los cuatro, ella no puso resistencia y la veía disfrutar con mi hijos, eso me ponía feliz, si bien me moría por besarla o decirle que la amaba, podíamos ser una familia para ellos. Podíamos llevarnos con respeto y hacerlos felices.

Al dejarlos, los besamos y nos dirigimos a la florería. El silencio era cómodo, Paulina buscaba música, cambiaba de canciones riéndose y recordando cosas. Estaba muy relajada y contenta. Parecía que éramos una familia así que yo me pude explayar en lo que tenía que hablar con ella.

- Pau me gusta verte de buen humor.

- Si, hoy me siento tranquila, ¿se nota?

- Claro y yo también. Necesito que hablemos.

- ¡Ay no!, ya hablamos nosotras.

- Es de otra cosa- Frene el auto en la glorieta de su casa.

- Quiero agradecerte por lo que haces por los niños y por mi también en todo este año. De corazón, no quiero que nos llevemos mal, eso afecta a los niños y nos repercute a nosotras. Quiero que seamos un equipo con ellos y ser una familia, separadas sí, pero una familia unida para ellos.

- Me parece hermoso lo que dices.

- Cada una tiene el derecho a ser feliz

- ¿Me estás blanqueando tu relación con Claudia? ¿Es eso?

- No lo digo por mi. Bruno me mencionó que tienes una "amiga" y yo no soy una niña de ocho años. Pero eso no es de mi incumbencia y quiero que estés feliz.

- Es solo una amiga - me dijo avergonzada, la había descubierto y eso que nunca sabrá que la sigo.

- Con quien sea, no me importa. De corazón.- tome sus manos y las bese - Yo no te molestaré más para que estés conmigo, para que me creas. Se acabó eso, si tenemos esta forma de ser es porque fuimos desde siempre muy inseguras y más yo, no quiero mas esto. Gracias por todo Pau y sabes que siempre tendrás mi apoyo incondicional.

La había descolocado, lo notaba. Me miraba confundida y con tristeza en sus ojos. Me beso, bajo del auto y la vi entrar a la florería.

Me dolía pero había que pensar en nuestros pequeños hijitos. Yo jamás pagaría el daño que le genere pero, iba a intentar no generarle nunca más un mal.

Es todo por ahora, volveremos pronto ♥️