Capítulo 15
¿Agotador no? quizá un poco de vino, reanime.
Desde que María José volvió a mi vida las cosas han mejorado, sobre todo para mis hijos, ellos se veían más alegres, las cenas y películas juntos eran cada vez más frecuentes, así como las preguntas, por suerte, Salomón nos ayudaba. Hoy sería su segunda sesión primero juntos y después un momento por separado, el nos dijo que era la mejor forma, ellos debían adaptarse para poder conocer la noticia sin que eso repercutiera de alguna manera, nos citó antes de que ellos llegaran.
La plática con Salomón me dejó un poco confundida, al parecer Bruno estaba bien, un poco avanzado en muchos temas para su edad, pero la influencia de Majo en él era más que beneficiosa, María era otro asunto, Salo dijo que no podía entrar en detalles sin embargo debíamos tener cuidado, mis niños llegaron y nos saludaron efusivos, sobre todo a ella e ingresaron al consultorio, me alegraba que vieran esto normal. En el auto Majo estaba pensativa y un poco preocupada, lo sabía solo con verla
- Tranquila María José, ellos están bien, solo fue una sugerencia
- No Paulina, algo le pasa a mi niña y no podemos estar así, como si nada - Debo admitir que se veía hermosa, el sol iluminaba su rostro, y su ceño fruncido era lo único que la diferenciaba de los niños, puse mis manos sobre las de ellas tratando de calmarla -
- Vamos a resolver esto juntas, nada le pasará a nuestros hijos - me sonrió, se sentía tan bien estar en contacto con ella, nos miramos fijo y juro que sé acercó poquito sin embargo no duró, pues mi teléfono sonó, era Claudio, esto no era nada bueno.
Estábamos teniendo problemas en el cabaret, hoy habria un evento y los proveedores no llegaban, debía irme ya, pero no sabía qué tan conveniente era que Majo los cuidara tanto tiempo, no estaba acostumbrada, aún así, no tenía opción.
- María José, ocurrió un problema, debo irme, ¿Crees que puedas cuidar de los niños hasta que vuelva por la noche? -
- Por supuesto, yo los llevaré a mi casa cuando terminemos aquí, les prepararé la cena y haremos su tarea.
- Mejor en casa ¿Si? Están un poco alterados yo tratare de llegar temprano - Mi teléfono no para de sonar - Bruno tiene llaves de la casa, cualquier cosa me llamas y vuelvo - bese rápido su mejilla y nuestros labios se rozaron cuando iba a su otra mejilla, nos miramos y me di vuelta para irme, sentía sus ojos clavados en mi espalda, habíamos bajado el trato algo respetuoso y coloquial.
Casi las 23:00 y apenas podía volver, las luces de la sala estaba encendida, pero no había ruido, señal de que los niños quizás durmieran. Abrí con Cautela, era un pequeño caos, algunos juguetes en el recibidor y los muebles, ya imaginaba como estaba la cocina, ella estaba ahí, medio dormida, con un álbum en las manos y otros tantos en la mesa de café. Me acerque lentamente a mi pequeña bodega en desayunador de la cocina y tome una botella de vino, seguro le haría bien relajarse un poco luego de una tarde dura.
- Buenas noches - se sobresaltó un poco, se veía tan linda
- Hola Pau.
- ¿Agotador no? quizá un poco de vino, reanime.
- Pero hermoso, la pasamos increíble, no me costó nada que durmieran.
- Que suerte, has visto todo lo que nos cuesta - me senté con ella, y le di la copa de vino, ella me sonrió y de nuevo me sentí en las nubes - ¿Que es eso?
- Los niños querían mostrarme como eran de bebés, sus vacaciones y un par de cosas más
- Eran hermosos, en realidad no han cambiado mucho, Siempre fueron idénticos a ti - Nos quedamos en silencio y oí un pequeño sollozó - Majo
- ¿Como fue Pau?
- ¿El embarazo? ¿el parto?
- Todo - Le conté algunas cosas pero omití muchos detalles, como que mi madre me corrió y viví con Roberta, en medio del divorcio, sí le comenté de mis antojos raros, más salado que dulce, mis cambios de ánimo, las falsas contracciones, como casi le rompí la Mano a Julián y el parto, sobre todo la extraña forma en la que nacieron. También omití como llore noche tras noche por ella, como la busque hasta el último día, pero sobre todo, que esa circunstancia había hecho mi embarazo de riesgo, provocando así que no pudiera viajar para buscarla, ella solo me veía, se reía conmigo, aunque en sus ojos se veía la tristeza -
- Lo siento Paulina, daría todo lo que tengo haber estado aqui, por jamás perderme nada yo.- No quería hablar del tema, me dolía demasiado, la bese, la bese con todas las ganas que tengo desde que hablamos sobre nuestros hijos, la bese con el deseo que compartimos hace muchas semanas robándonos besos, simplemente lo hice y a ella no parecía disgustarle.
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Siempre tú
FanficPaulina de la mora se enfrenta a una realidad, a una vida completamente nueva acompañada de sus hijos, pero el pasado vuelve a ella, ese pasado con perfume de mujer...