Siempre tú

¿porque simplemente no nos quedamos como antes?

Capítulo 90

¿porque simplemente no nos quedamos como antes?

No sé cuánto tiempo había pasado desde que escuché el portazo indicando que Maria Jose se había ido, pero tampoco me importaba, estaba en nuestra habitación, abrazada a su abrigo favorito, ese que tiene su olor impregnado. Mi celular sonaba sin parar pero no le prestaba atención, nada me importaba ya. ¿porque lo había hecho, porque me volvió a engañar? ¿porque simplemente no nos quedamos como antes? Yo fui la tonta en creer que íbamos a volver a ser felices o que ella me amaba como yo. Es un hecho que ella nunca me quiso como yo la amaba, siempre iba a notarlo, al principio creí que era simplemente desconfianza e inseguridad, pero no, era obsesión, quería tenerlo todo. Tenerme a mí y a su ex novia ¿era su ex novia? no, claro que no, no puedo ser estúpida, la trajo a nuestra casa, ¿que digo? a mi casa, casa que levanté con mis manos cuando ella me dejó completamente sola, lugar que ella no volvería a pisar más que para buscar a los niños. Debía tener otra postura, debía pensar en mis hijos y dejar el melodrama atrás. Listo termine con ella y se acabó, ahora pensaré en mi, curar esa herida, conocer nueva gente, no andar como siempre con esa sombra a cuestas. No le debía nada, había criado sola a nuestros hijos, ella ahora sabía que ellos existían, ellos también sabía la verdad y ese secreto ya no debía pesarme, los iba a criar conmigo y nada más.

Escuché bullicio fuera, de inmediato supe que era ella llamando desesperada, me contuve más de una vez para no abrir, correr a sus brazos, besarla y hacerle el amor hasta que se le olvidaran las caricias de esa mujer, pero aún conservaba dignidad, debía contenerme y volver a pensar en lo que debía enfocarme, en mi, mis hijos y la vida que quería desde ahora en más.

El tiempo pasaba, ella no cedía, la hice calmar enviando un mensaje con una foto adjunta, mis niños felices, pareció funcionar pues se marchó, mis ganas de seguirla aumentaron pero no era correcto, agende una cita con mi abogado para el día siguiente, yo no sabía absolutamente nada de horarios de visitas o días establecidos, lo único que le iba a exigir era que no los llevara a México. Para ponerme peor Carlos no paraba de llamar o enviar mensajes quería que nos viéramos y arreglar este asunto.

Carlos: Dame una oportunidad Paulina, soy un hombre de verdad, que te ama y ama la hermosa familia que formamos, déjame demostrártelo

Por fin hice eso que debí hacer antes, bloquearlo, a continuación más fotos de mis niños felices, Roberta me daba ánimos,

Roberta : Mañana ven a casa por los niños, hablaremos, no estás sola hija

Pero sobre todo, el de un número desconocido llamó mi atención.

+525552294962: Buenas tardes Paulina, soy Lourdes, a nuestros hijos les tocó un trabajo en equipo y como no asistieron hoy quería informarte, el lunes deben comenzar, ¿Te parece en mi casa? Podríamos tomar un café mientras ellos hacen su tarea, si estás de acuerdo escríbeme y te envío la dirección, un beso.

Una pequeña sonrisa se instaló en mis labios, quizá una amiga no me vendría mal.

Intente olvidarme de la situación y enfocarme en lo positivo, mis hijos estaban felices tarde o temprano nos repondremos de esto y volveremos a ser la pequeña familia feliz que siempre fuimos. Yo sabía que ellos debían saber la verdad, hablaría con ellos, pero por ahora, solo me importaba que fueran felices.

Ignore como años antes el vacío dentro de mi, sabia muy bien que esta sería una larga noche y no podía permitirme estar mal para mis pequeños, ellos necesitaban toda la atencion, asi que me salté la cena y recurrí a mis viejas compañeras de tristezas, media pastilla para dormir me daría la paz que necesito para estos momentos.