Si mi amor, ¿Qué es esto?

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Capítulo 31

Si mi amor, ¿Qué es esto?

Habíamos tenido días increíbles, pasar el tiempo en familia era mi rutina favorita, las películas y risas jamás faltaban, los gestos y palabras de amor aumentaban, ver a mis hijos así de felices eran mi mejor medicina. Por las noches éramos solo nosotras dos, la ropa al igual que las palabras sobraban, pasabamos horas demostrando el inmenso amor que no nos atreviamos a pronunciar.

Hoy particularmente teníamos planeada una mañana solo para nosotras, después de llevar a los niños al colegio iríamos a su apartamento en el cual había una piscina genial que aún no habíamos podido utilizar y que mi Majo pidió cerrar solo para nosotras, sabía lo que planeaba, no podía esperar.

La alarma sonó como de costumbre mi hermosa rubia dormía, se veía tan tranquila que no quería molestarla, intente ponerme de pie pero me fue imposible, cuerpo y cabeza dolían, el más mínimo movimiento me hacía sentir morir, en un de los tantos intentos me hizo gritar tan fuerte que temí despertar a mis niños.

-Pau, mi amor ¿Que pasa?

- Me duele mucho.

- ¿Donde? - ella intentó tocarme, se notaba preocupada.

- Ssshhh no hables muy fuerte. Duele, todo duele.

- Okey, yo me encargo de todo, pero iremos al médico.

- Seguro se me pasa, solo necesita descansar- no muy convencida beso mi frente y dejó la cama para comenzar con la rutina de los gemelos.

Intente volver a dormir, los malestares no me lo permitían, llevaba sin sentirme asi desde hace muchos años, desde que los pequeños dentro de mi corrían peligro. María José volvió un par de veces más, primero para ofrecerme el desayuno, el cual por supuesto rechacé, después por pedido mío para saludar a los niños y por último para informarme que se quedaría a trabajar en casa, no quería dejarme sola, los gemelos serian llevados por Jesús al colegio.

Eran pasadas las 11:00, no quería pero debía comer algo, Me costó salir de la cama pero me dispuse a ir a bañarme, mínimo iba acompañarla abajo con mi computadora, abrí la ducha y me desvestí. Cuando me quite la ropa todo me daba vueltas y me aterré, toda mi ropa estaba cubierta de sangre, miré al piso y me miré a mi. Pegue gritos alertando a Majo pero no pude oír más nada, caí al piso.

Lo siguiente que escuché fueron las palabras de mi chica, me tenia del piso, me coloco una bata de baño y una toalla en mi entrepierna, la sangre fluía.

- Acabo de llamar una ambulancia.

- En el freezer está pegado el número de mi ginecóloga, llámala.

- Si mi amor, ¿Qué es esto?

- Así era las pérdidas con los gemelos pero yo ahora no estoy embarazada o eso creo.

Majo me dejó un momento sola y mi mente no paro de dar vueltas ¿Podría ser? No claro que, era imposible, ella volvió a mi, se recostó a mi lado y no dejo de decirme lo mucho que me quería hasta que los paramédicos llegaron.

La ambulancia me cargo y le pedí a Majo que no dijera nada a mi familia. Me atendieron, me revisaron, estaba aterrada, pero no, no era un bebé. Me llevaron a la sala y la hemorragia estaba manejable. Majo me esperaba, me besaba el pelo y no soltaba mi mano. Mi ginecólogo apareció y nos sonrió.

- Hola Pau, ¿Como estás hermosa?

- Bien, ¿Que tengo doctora?

- Se te generan coágulos de sangre Pau, tus análisis dan una fuerte cantidad de hormonas, ¿Hace cuánto que no descansas?

- ¿De las pastillas? Mucho- si mis cálculos no fallaban llevaba cerca de un año sin descanso.

- Ajam, ¿Estas activa sexualmente ahora?

- Si.

- Bueno mi amor, escucha hay que descansar, mínimo un mes, ¿Si? Profilácticos si o si!- los detestaba, siempre con Carlos los usaba pero con Majo era diferentes y la mayoría le quedan pequeños y se perdían en mi.- y el implante lo deberas retirar en un máximo de seis meses, por lo demás solo debes descansar, tomar mucho líquido, porque veo que el amor aquí no falta.

Ella me dejó tranquila, me deje ir con las caricias en mi pelo hasta que recordé a mis niños.

- Majo, los niños. Se deben quedar con mi mamá.

- Si, ahora la llamo.

- ¿Segura?

- Si, yo me ocupo duerme mi amor, mañana seguro tendremos el alta. Tranquila.

Me beso un par de veces ante de irse, aunque intente descansar no podía, ¿Que iba a pasar si era un bebé? Nos estamos reencontrando y aunque la ame no deseo otro hijo, no ahora, la veía a través de la persiana tan tranquila que me obligue a descansar, con la idea de una familia más grande a su lado.

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora