Siempre tú

¿Qué? ¿Qué quieres decir?

Capitulo 16

¿Qué? ¿Qué quieres decir?

Las cosas marchaba de Maravilla, en cuanto llegamos Norma me llevo con ella, al parecer le dió el día libre a la cocinera y ella hizo todo, estaba encantada de ayudar, por primera vez en mucho tiempo me sentía cómoda, ella estaba triste porque nos íbamos pronto

- Lo siento Norma, debemos volver, María José y yo debemos trabajar, los niños tienen el colegio.

- Lo se Pauli, pero nos habíamos acostumbrado a tenerlos aquí, no sé qué haré ahora sin mis nietos y sin ustedes, mis hijas - me sentía plena, ella me aceptaba y quería a pesar de todo, no por sentirse culpable si no, porque así lo desea

- Pueden visitarnos cuando gusten, nosotros también nos sentimos tristes por no poderlos ver diario - la abrace, seguimos con la comida hasta que Martha y Norberto llegaron a la cocina, él se llevó a mi suegra, ¿acaso traen algo? mientras que Martha se quedó a ayudar

- No había visto a Norma así de feliz desde hace mucho

- Sus nietos le hacen bien, - Trate de ignorarla pero su mirada estaba en mi

- Escucha Paulina, se qué crees que quiero algo con María José pero

- No Martha, hoy no es para pelear, trataremos de estar bien con la Familia - le sonreí falsamente antes de salir, me estresaba mucho su presencia

Notaba muy cerca a los padres de María José, sin embargo ambos consentía a sus nietos, quise creer que quizá ese era el motivo, cuando nos sentamos a cenar mis pequeños eran el centro de la conversación. Habían fiscalizado su pino y regalos... adivinaban cual era para cada uno.

- Si, Mamá Me prometió que al volver tendría un librero igual de grande que el de la abuela, también una nueva área de lectura

- Y tu princesa, ¿qué quieres para navidad?- Norberto se derretía de amor por Mar, lo podía ver en sus ojos.

- Ya tengo lo que quiero Abu - mi niña nos dejó a todos sorprendido, lo único que había en el árbol era el auto azul de Barbie que vimos hace poco, era lo que más deseaba

- ¿Y qué es eso mi amor? -

- Mis mamis se van a casar -

El silencio reinaba la mesa, mi suegra me veía y después a Majo, primero nuestras caras y después las manos, Norberto estaba ido, mis hijos reían bajito a pesar de que les lance una mirada, la primera en gritar fue Puri

- ¡Si! por fin, esto se debe celebrar a lo grande - abandonó la mesa rumbo a la cocina

- No tiene idea de lo feliz que me hacen - Mi suegra por fin habló

increíble, cuando se enteró del compromiso de Maria Jose en aquella oportunidad del pasado buscó la forma de evadir el tema y ponerme incomoda.

Todas fueron felicitaciones, nos preguntaban cuándo lo haríamos mientras brindamos con el champagne que Puri trajo, lo cual sólo moje mis labios. Y también la consulta obligada y la ansiedad de María y Norma, si habría más nietos. Mis hijos, negaron, ellos querían ser los únicos. Continuamos la cena con una charla amena y divertida, cuando se hizo más tarde, en la sala conversábamos, Majo tenía la cabeza de nuestros niños en sus piernas, ambos se comenzaban a quedar dormidos, ella ya llevaba el anillo y la sorprendí muchas veces viéndolo, aún no lo creía.

- Paulina, ¿Puedo hablarte? - Martha insistia, me pidió ir a otro lado y tuve que aceptar, no quería un escándalo - Muchas felicidades, Majo te ama, espero que sean muy felices, solo te advierto que si le haces algo a mi amiga esta vez no descansaré hasta encontrarte

- Gracias Martha, pero tranquila, estaremos juntas desde ahora y para siempre

- Eso espero, ella es muy importante para mí

- Si, lo se, se nota

- ¿Qué? ¿Qué quieres decir?

- Bueno, se tus intenciones con ella pero

- Paulina ¡no! Ella es una de mis mejores amigas, la ví sufrí por ti, llorar día y noche, pasó días sin comer ni dormir, no quiero que jamás pase por algo similar, es hermosa, no lo niego, pero es imposible que algo pasará

- ¿A qué te refieres ?- Ella me miró incrédula

- A nada cariño, espero mi invitación - Y así como llegó, se fue, dejándome con dudas.

Volví con mi familia, una vez que los niños se durmieron Norma nos pidió quedarnos en su casa, habían acondicionado habitaciones para todos, aceptamos, acostamos a los niños y luego nosotras, por alguna razón me sentía agotada.

Majo salió de la ducha y me miraba, estaba radiante y yo muy cansada.

- mi cielo, necesitas descansar

- Ven aquí. - se sacó la bata y gateó desnuda, me miraba fijo - escucha ¿que hacía Martha aqui?

- es amiga amor, vino a pasar navidad aquí con nosotras...

- me dijo algo raro, yo pensé que ella tenía intenciones contigo, pero me aclaró luego de felicitarme por el compromiso que era imposible ¿a que se refiere?

- Ay Pau, es tu amiga, pero ya... está con Puri, no conmigo. La conocí hace mucho tiempo y siempre fue una gran amiga, pero yo jamás seré su tipo.

- Sabe de nosotras...

- Claro, es una amiga, yo no tengo sexo con amigas y menos con una que estuvo con mi hermana, que asco...

- Disculpame amor, mis celos. Prometí que iba a calmarme pero

- Yo no te lo hago fácil, pero es importante que te des cuenta

- Ven aquí mi amor... - estiraba mis brazos

- ¿Qué quieres de mí? -

- Te amo tanto, tanto. Estoy muy feliz

- Mi amor, te amo - Mi futura esposa me beso con amor - Te amo más que a nada y no puedo esperar a casarme contigo - Sus besos pasaron de ser tiernos a ardientes y yo me deje hacer, trate de ser silenciosa pues la habitación de alado era la de Puri, hicimos el amor toda la noche, María José fue la mujer más tierna y delicada, no podía amarla más.