¡No! Quiero el fin de semana juntas...

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Capítulo 42

¡No! Quiero el fin de semana juntas...

Mi despertar junto a ella fue maravilloso, la miraba y estaba tranquila, dulcemente apoyada sobre mi. Me percaté que eso no me despertó sino un ruido increíble en la planta baja, tome mi bata y mi celular luego de salir del baño y baje para ver qué ocurría. Note que Mara me había escrito ¿Que le pasaba? no iba siquiera a ver sus mensajes, los elimine directamente. Tan poco me importaba eso ahora que no despertó mi curiosidad.

Elena y Julián estaban abajo con gente moviendo muebles y organizando cosas.

- ¿Que creen que hacen aquí? - Estaba muy enojada.

- Hey hermana, ¿tú qué haces aquí...?

- Mamá me dio la casa el fin de semana

- ¡Mierda! Paulina es la fiesta que hacemos cada comienzo de año...

- No pero...

- Pero mamá seguro se olvido, tengo la llave hace meses. Hoy falta colocar las luces y el DJ está viniendo. Todo está organizado.

- Okey, despertaré a Majo y nos iremos a casa.

- No, espera - hablaba Elena - quédense, jamás pudiste disfrutar de estas fiestas.

- Porque soy mamá.

- Ahora también hermana y mamá cuida de los niños mientras disfrutas de la rubia. De verdad, ¡quédate!

- No se si majo se quiera quedar a una pool party. En todo caso iremos a un hotel.

Subí con mis pasos pesados y Majo estaba despertando, había ruido y se percató.

- ¿Qué sucede? - me iba metiendo en la cama y besándole el cuerpo

- Mis hermanos parece que tenían un evento aquí organizado hace tiempo y acaban de llegar.

- ¡Por favor! ¿Es real? Tomemos las cosas y vamos a un hotel o donde sea juntas

Me puse sobre ella y no deje de besarle sus pechos, quería tenerla, quería estar yo dentro de ella, moría de ganas e iba mordiendo su abdomen y la giré...

- me muero por hacerte el amor

- No sabes las ganas que tengo, pero hay mucha gente.

- Al diablo la gente, no tengo como y me pone eso de mal humor.

- Nada de mal humores ¡eh! No voy a dejar que te quedes con las ganas - más me provocaba apoyando su cola en mi cuerpo, baje por sus glúteos, no tenía nada más que mi lengua. María tiritaba y yo la masturbaba, metía mis dedos con delicadeza y ella llegó en momentos de un par de movimientos, se dio vuelta y bajó por mi entrepierna, todo volvió a comenzar.

No quería irme pero no iba a decirle a María José quedarme en estas fiestas y desatender a los niños, arme mi bolso y basándonos lentamente nos preparamos para irnos, María obviamente pregunto.

- ¿Que es? - mirando a la ventana que daba a la piscina - una torre para DJ, Pau ¿que harán tus hermanos?

- Es una fiesta que hacen todos los años.

- ¿Y es buena?

- Nunca he venido

- ¿Porque? - me miraba extrañada

- Los gemelos Majo, no lo vi necesario.

- Pero mi amor, tu mamá podría haberlos cuidado.

- No Majo, mi mamá me ayuda cuando trabajo no si me voy de fiesta por ahí. Ahora con nosotras es por culpa de dejarme tantos días cuidando el negocio sola y porque nos estamos reencontrándonos

- ¿Te hubiera gustado venir? - se sentía culpable y lo notaba.

- Obviamente, fui madre muy joven y me perdí de muchas cosas mi cielo pero bueno, yo decidí ser mamá y soy feliz con ello- María recorrió la habitación a donde estaba y me beso

- ¿Quieres quedarte y yo cuido a los niños?

- ¡No! Quiero el fin de semana juntas...

- Me siento tan culpable de dejarte Pau - me besaba

- ¡Majo! Por favor espera, no te pongas así, encontraremos un hotel divino cerca de aquí y...

- ¿Y si nos quedamos las dos aquí?

- ¿A la fiesta?

- Si, a la fiesta

- No se - en ese momento Diego golpeaba la puerta y pasó cuando le permitimos. María jamás se alejó de mí y besaba mi frente

- Chicas, ¿se quedan verdad?

- Mi chica decide

- Tengo que ver cómo están los niños Diego, veremos ¿si?

- Mira cuando salimos Virginia y Salo se llevaban a los niños de campamento al nevado hasta mañana

- ¿Al nevado? Jamás me dijo nada.

- Los niños le pidieron ir a un lugar donde...

- Mirar la estrellas si, ¡exacto! - María me acariciaba - me lo pidieron mi amor y yo no sabía, Virginia supo. Ves mi cielo, ¿nos quedamos entonces?

- Llamaré a mi mamá

- Genial cariño.

Mi mamá me avisó que los niños estaban contentos e insistió que me quedaré a disfrutar de esa fiesta. Decidí dejarme hacer por mi chica un poco más antes de bajar y disfrutar de la fiesta, el evento comenzaba a las 20 hs.

Con majo aprovechamos para salir a desayunar, disfrutamos haciendo compras y ella me provocaba. Me quiso mostrar el vestido que se compró y la arrincone contra el vestidor, la comía a besos y la deje para probarme el mío. Queríamos volver y rompernos en la cama un rato largo hasta noche. Compramos comida chatarra y llegamos a la casa. Mis hermanos eran inútiles pero sabían hacer una fiesta. Al ritmo del dj con música tecno me fui desnudando para mi novia, nos destruimos gustosamente en esa cama, creí que había arrancado el dosel de mi mamá, los gemidos se hacían altos, no me importaba, Majo me hacía la mujer más feliz del mundo.

Salió del baño con su traje de baño enteriza, marcaba su escote y la cola perfectamente me quede pasmada

- ¿tu traje de baño? - me miraba incrédula

- Me da vergüenza

- ¡Ay el drama! Pau, ponte el traje de baño - Era enterizo en compose con el de María

- ¿Te gusta? - me miró y le gusto y no la disimulo, corrió su traje de baño hasta que finalmente se lo saco

- No se como haré para disimular cuando vea tu cuerpo mi amor... tal vez un pareo.

- ¿Para eso? Olvídalo. Pero sí póntelo así no te miran mi cola.

- Te extraña - me quebraba la cintura, generando ganas terribles de hacerla mía.

- Te prometo que resolveré eso en breve...

- Espero porque sino deberé comprarlo yo.

- Mi punta siempre es pequeña si lo compras tu...

María José se reía, nos arreglamos y salimos. Llame a mamá, mis hijos nos saludaron y los extrañaba tanto.

Nos habíamos puesto ropa liviana, sobre los traje de baño, salimos tomadas de la mano y observamos la decoración era preciosa, me encanto todo.

- ¿te gusta?

- Es hermoso María, dime ¿es mi boda? ¿Era una sorpresa?

- No mi amor, pero ¿te gustaría que fuera aquí?

- Amo esta casa, fui muy feliz aquí - la tomé de la cintura - soy muy feliz aquí...

Nos besamos entre la gente, María era coloquial, ella jamás se me despegó, jamás me soltó, no dejaba de besarme. 

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora