Amor, no, yo no puedo aceptar esto

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Capítulo 70

Amor, no, yo no puedo aceptar esto

El tiempo pasó, los días se convirtieron en semanas y estás en meses, desde aquella noche en la que le confesé todo a Majo las cosas cambiaron para bien, nuestra relación era cada vez más sólida, el amor que nos tuvimos alguna vez era más fuerte y junto a nuestros hermosos hijos éramos una hermosa familia y lo era en toda la palabra, e incluso habíamos concluido el proceso para la nueva identidad de mis hijos.

Faltaba un día para el dias de las madres, dado a que sería el primero que Majo podría celebrar con sus hijos quería que fuera inolvidable, hoy estaría ocupada hasta muy tarde, una audiencia a demás iría a visitar a Roberta lo cual me daría un par de horas para ir de compras, antes pase por mis niños al colegio, ellos me recibieron muy efusivos las otras madres me veían y susurraban pero me importaba muy poco.

- ¿Crees que a Mamá le guste lo que le compremos? -Mar estaba incluso más emocionada.

- Claro mi amor, Mamá los ama mucho y amara lo que le den.

En el centro comercial los deje ir a donde quisieran, recorrimos casi todas las tiendas hasta que encontraron lo que ellos decidieron era perfecto, venían muy felices e incluso me sorprendieron.

- No mami, nosotros ahorramos, vamos a pagar - Mi niño se puedo por el frente y espero que le cobraran, ambos contaron el dinero, la cajera me sonreía y yo me sentía orgullosa.

Antes de volver compramos helado, en el auto ellos hablan y aunque no entendía no podía sentirme más feliz, recibí una llamada que me sorprendió.

- Hijita, ¿Puedes traer a mis nietos a casa? Tu padre se irá de viaje, Micaela se queda conmigo, para que no estén solos.

- Vamos abuelita - se adelantaron, me despedí de mi madre y cambie de dirección, ya después les llevaría más ropa.

Después de dejarlos le envié un mensaje a Majo, Prepararía la cena, cenariamos y veríamos una película en la cama, claro que no me esperaba la sorpresa que tendría.

Entre y todo estaba a oscuras, me sorprendió porque ella debía de estar trabajando, pero en efecto ella estaba. Lucia un vestido rosado con pequeños cristales, y había puesto la mesa para dos. Majo me miraba fijo y yo entré temblando a casa, estaba conmovida con todo esto.

-Mi amor ¿Qué es esto?

-Una cena para el día de las madres, yo sé que es mañana pero quiero que disfrutes conmigo.

-Es tu día también.

-Lo sé y estoy emocionada pero sabemos que eres más tiempo mamá que yo, mereces esto y mereces mucho más.

-Mi vida, el tiempo no importa - La besaba.

-Llevaste a esos niños sola, los criaste y te convertiste en la madre más hermosa del mundo. Te amo. - me abrazó y me dio mi regalo del día de las madres.

-No miento, tenía un poco de miedo que fuera un anillo o algo así. Íbamos bien pero esta vez quería proponérselo yo.

-Esto es de los niños y para compartir. Este es solo para ti. - eran dos sobres, abrí el mío que era grande y de color madera, le sonreí y me quede perpleja.

Majo Me estaba regalando una casa, no cualquiera una enorme casa. Miré por sobre los papeles.

-Amor, no, yo no puedo aceptar esto.

-Es tuyo mi vida, no lo aceptaré de vuelta. Será nuestra nueva casa, tendremos nuestro nuevo estudio. Los niños podrán jugar en ese enorme jardín y tiene una piscina. Es tuyo de mi; no quiero suplir años de abandono con esto Paulina, simplemente quiero empezar de cero en otro lado. En esta casa tú vivías con tu ex y también dormías en la misma cama, quiero algo que sea completamente nuevo.

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora