Siempre tú

Te dejo Paulina ¿Y si lo vuelve hacer?

Capítulo 63

Te dejo Paulina ¿Y si lo vuelve hacer?

En el auto con mi niña en brazos de Elena volé hacia la clínica, le envié un mensaje antes de salir de casa a su médico de cabecera para que por la mañana pudiera llegar a vernos. Estaba temblando y mi bebé abrió sus ojos.

- ¿Y mi mamá? Mami, ¿Dónde está Majo?-No le respondía, estaba concentrada en llegar y que la atendieran.

El médico pediatra estaba muy serio con nosotros y al parecer tenía un fiebre que no podía explicar. Sus pulmones estaban bien, pero necesito hacer muchas pruebas.

El médico solicitó que se quedara internada para si o si bajara la fiebre. Me sentí tan Mal tener que dejarla aquí. Transpiraba frío y ella solo me miraba.

La enfermera se la llevó para pruebas y me quede con el médico un poco más detrás.

- Paulina ¿Cómo está el niño?

- ¿Bruno? Bien, el no tiene nada.

- Será bueno que mañana le hagamos pruebas. ¿Mar estuvo expuesta a algo diferente que el niño?

- La verdad ahora comparten clase, pero Mar, bueno mi niña hace poco se entero quien es su mamá, la cual tuvo que viajar de improviso, también estuvo con problemas en clases y por eso está tan mimosa conmigo.

- Tal vez eso puede influir y sus defensas bajaron. Calmada y vamos a encontrar el foco de esta fiebre.

Estaba asustada, ella lloraba en cada prueba. Me dolía por lo que pasaba. Mi hermana se acercó y me entregó mi celular.

- Mamá llamó a María José hermana, parece que salió para aquí - me había olvidado de ella por completo.

- Está bien. - no podía ni responder le hacía seña a mi niña que estaba detrás del vidrio.

- ¿La perdonaste? -

- ¿Perdón?

- A Majo. Yo sé que volvieron a estar juntas pero ¿Tan fácil la perdonaste a si, sin más? ¿Ahora le permites que se vaya a madrid y dejarte sola? .

- Si por supuesto, yo no soy quien en decirle no te vaya a ¡TRABAJAR! Es mi pareja no mi esclava.

- Te dejo paulina¿Y si lo vuelve hacer?

- Mira Elena, ahora me vale eso, mi hija no está bien ¿No te diste cuenta?

- Solo que ella debería estar aquí contigo.

- Mira si te molesta vete, ella no está porque trabaja. Deberías hacer lo mismo.

Mi niña salió y la volvió a tomar en mis brazos. Esta parte iba a ser la peor, que la acuesten y pinchen su pequeño brazo para ponerle el suero. Me senté junto a ella y la miré fijo

- Mi amor, esto duele un poco, pero necesito que me ayudes y hagas lo que te dicen los médicos - me miro y ya lloraba. Mi bebé lloraba y yo contenía mis lágrimas.

Salí y dejé a Elena, mi celular sonaba.

- ¿Majo?

- Si mi amor, acabo de llegar a Madrid. Apenas estoy por subir al vuelo a Ciudad de México. Ya llego mi amor

- Majo mi amor, todo está bien. La niña está siendo atendida pero se queda internada.

- ¿Bien? Paulina ¿Como que bien? Que tiene por Dios.

- No saben pero están haciendo todas las pruebas.

- ¿Puede hablar mi hija? - estaba muy nerviosa y más que ella por la distancia pero intente calmarla.

- Amor, la niña está bien. Te pido que calmes y me pases el número de vuelo así Jesús te busca.

- Pau te daré todo pero ponla al teléfono- lloraba y me partía el alma.

- Por supuesto mi amor, te pido que te calmes y ya te la paso.

Entre y mi niña se frotaba sus ojos. Me miraba y yo le sonreía.

- ¿Es Majo? - le hice un gesto y me sonrió con la debilidad que tenía.

- Si es mamá toma.

- hola Majo, si... ¿Ya vienes? Mami mami, Majo viene hoy.

Le sonreí pero noté la cara de Mar que se dormía. Tome el celular y le di su carrito.

- Mi amor

- Pau, Pau. Estará bien. No sabes lo mal que me siento que estás horas las pases sola- ella lloraba no sabía cómo calmarla.

- Mi amor, debo ir con el médico.

- Sisi yo ya estoy por abordar en unas horas estaré ahí. Ya envío todos mis datos. Paulina te amo, se que lo haces mejor que nadie pero cuida a nuestra hija. Ya llego mi amor.

- Siempre mi amor.

- Pau - estaba por cortar - mi niño ¿Cómo está el?

- El mejor mi amor. Se quedó en casa de mamá el te extraña tanto.

- Bueno, te dejo mi cielo ya salimos. Paulina te amo.

Y se despidió y por primera vez si bien ella no estaba físicamente yo me sentía tranquila. Mi hija estaba durmiendo, sus análisis dieron Perfectos todos.

Ahora había que solo esperar a mamá. Me acosté en el sillón de al lado de la cama y cerré mis ojos, estaba cansada y pensaba en mi hija, mi hijo y esa pequeña falta que tenía. Majo me amaba y yo a ella.