¿Ella está aquí?

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Capítulo 34

¿Ella está aquí?

Cuando desperté eran las 9 AM, me dolía la cabeza, recordé poco a poco lo que había pasado, mi corazón se detuvo un segundo, debía tomar algo e ir a una farmacia. Me bañe, me vestí casual y baje, solo mi madre estaba en el comedor organizando el desayuno.

- Buenos días Mamá

- Hola mi amor, No sabía que estabas tú aquí y me alegra ¿Como dormiste?

- Muy bien, ¿Los niños como se portaron?

- Son perfectos lo sabes, aunque al parecer ya no quieren pasar tiempo con nadie que no sea María José.

- Mamá...

- Majo nos hace esto, ella nos pone aquello, Mija parece que la aceptan.

-Los niños la adoran mamá.

-¿Y tu? ¿También la adoras? ¿Eres feliz mija?

- Mucho mamá, como siempre lo fui a su lado. Es como un reinicio completo, obviamente ahora tenemos a los niños, pero nos complementamos. Sabes por momentos siento, sentimos que jamás se fue. Ella organiza nuestras vidas, nos armoniza. Los niños la aman, no es como Carlos, esto es diferente, ellos saben que es importante, yo sé que mis hijos notan esa diferencia.

-¿Porque duermen juntas y casi conviven?

-¿Tu como sabes?

-Bruno, que la novia de mamá vive con ellos y él es muy feliz.

-Bruno, mi Niño. Mamá no te pido que la perdones porque no deberías, somos sólo mis niños y yo quien debemos hacerlo, solo que aceptes que está aquí, qué queremos de alguna manera ser las mejores madres para esos niños - me miro, beso mi frente.

- Okey - Suspiró - ¿Ella está aquí?

- Como Claudio y Diego

- Pediré que les preparen café cargado.

Se fue y solo bebí un vaso de jugo.

En la farmacia además de la pastilla compré un hidratante para mí rubia y condones extra grandes, el cajero me miraba y yo solo pude sonreírle con mi risa sarcástica.

-Señora hay otras marcas que son más grandes, importados.

-Llévare estos, gracias.

Me sentía un poco más calmada, mi mamá lo había aceptado a su manera. En el auto, el sol me molestaba bastante, había dormido poco y en la guatera tenía las gafas de mi chica, me las prove y quedaron acorde. Tome la pastilla y guarde todo ahí, era lo mejor, si bien no estaba bien que yo vuelva a ingerir esta bomba de hormonas, era lo mejor.

Estábamos felices y no había que entorpecer esto, si bien yo quería hijos, no los quería ahora y no estoy segura si con Maria José, había sufrido mucho. Quería más hijos pero lo iba a intentar sola, aunque ahora como esta ella, capaz más adelante. Pero no. Debía pensar en el hoy y ahora, ya estaba a salvo, había consumido la pastilla y no se volvería a repetir. 

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora