Siempre tú

¿Recuerdas mi pedida?

  Capítulo 115

¿Recuerdas mi pedida?

Era nochebuena y me debatía si debía o no hacerle la propuesta, la amaba con el alma pero mi comportamiento no había sido el mejor. Hace un par de días Bruno descubrió la caja negra de terciopelo y tuve que sobornarlo con chocolates, ahora él estaba más que emocionado con esto.

- Que hermosa te ves con ese vestido mi amor - Ella me sacó de mis pensamientos, hace nada estaba terminando de vestir a los niños, pudo descubrirme con el anillo en las manos -

- Gracias Majo - lo escondí rápidamente

- ¿pasa algo Pau? - Ella me miró con tanto amor y preocupación, ahí lo entendí, entendía que pasará lo que pasará ella siempre estaría ahí, sin importar que, ella me amaría.

- Todo está perfecto mi amor, anda a cambiarte que debemos ver a tus padres pronto - Bese sus labios, baje al primer pisos y mis niños me esperaban viendo una de esas películas típicas de navidad, apague el televisor y ellos protestaron

- Mis niños, tengo algo que decirles - Me acerque a ellos, Bruno ya lo sabía, pero Mar estaba impaciente

- ¿Que pasa mami?

- Ustedes aman a Mamá Majo ¿les gusta que vivamos los 4 juntos?

- Si mami, si, pero en México es mas bonito - María amaba Madrid, pero Bruno era más mexicano que yo.

- Bueno, qué les parecería si eso fuera permanente - Ella parecía no entender mucho hasta que le mostré el anillo.

- ¿Te vas a casa con mamá? - mi pequeña gritaba de emoción, me abrazaba y no paraba de gritar

- Si mi amor, pero baja la voz que es sorpresa - Continúe explicándoles que haríamos, Bruno se fue a las escaleras a esperar a su madre, se veía realmente hermoso con su traje, había visto una foto de Majo cuando era pequeña, era idéntico de perfil, Mar y yo esperábamos nerviosas, ella tenía la caja en sus manos y lo veía asombrada por lo mucho que brillaba, se lo coloco una vez y me sonreía, estaba en las nubes. Escuche los tacones de Majo, comencé a transpirar y temblaba, mi pequeña me entrego la caja y se puso junto a su hermano.

- Listo mi amor, vámonos - ella me hablaba distraída con su vestido y tomando a los niños de las manos

- No no, aún no María José, antes tengo que decirte algo - Su cara era un poema, los niños reían a lo bajo -

- No me asustes Pau ...

- Te amo ¿sabes? amo todo lo que eres, todo lo que hemos creado juntas y el maravilloso regalo que me diste, hace once años te conocí y no podía creer que una mujer tan hermosa se fijara en mí, fuiste y siempre serás mi primer gran amor, la vida nos dio una segunda oportunidad de estar juntas, me dio una oportunidad de ser feliz a tu lado, María José, quiero que tus ojos sean lo primero que veo al despertar, quiero que tu voz sea lo único que escuche antes de dormir, esta vida es muy corta en comparación con el tiempo que quiero pasar a tu lado, pero por algo tenemos que empezar - Saqué el anillo de detrás de mí, me acerque como pude, abrí la caja y le sonreí - ¿Quieres casarte conmigo -

Todo fue silencio, ella solo me veía, después a los niños, quienes sentían frenéticamente, esos dos minutos me parecieron eternos, hasta que por fin, tomó mis mejillas y me beso. Esa fue una respuesta suficiente para mí, en medio de lágrimas nos separamos, los niños corrieron a abrazarnos y me sentí en paz, me sentí en casa, ellos tres eran todo para mí, mi hogar. Cuando por fin nos separamos, le coloque el anillo, ella no dejaba de verlo, me besaba la mejilla y luego abrazaba a nuestros hijos, teníamos que irnos y así fue. Ella conducía y cuando creía que no me daba cuenta volteaba a ver el anillo, los niños iban felices cantando villancicos y a pesar de que les dijimos que sería una sorpresa familiar, sabía que ellos lo dirían en cuanto tuvieran oportunidad. Antes de entrar a la casa, dejamos bajar a los nenes y verificamos que entrara, ella me tomó de la cara y me beso dulcemente.

- Gracias por esta sorpresa de navidad mi amor

- No eres la única que puede ser una cursi...

- ¿Recuerdas mi pedida?

- Lamentablemente si la recuerdo, pero no me iba a detener de proponértelo. Dudo que sea de mal agüero...

- Quiero casarme contigo, quiero una vida contigo...

- Lo se, pero ahora nos queda toda una noche completa con la familia y los regalos de tus hijos...

- Están muy emocionados... - Me tomaba de la mano para entrar...

- si, pero quiero que este compromiso quede para nosotras ¿te parece? luego que tengamos una fecha contaremos que nos queremos casar, ¿bien?

- Perfecto, pero me pone mal guardar este anillo

- Si quieres no contamos amor

- No, que sea nuestro un tiempo más.

María José me besaba en la puerta, bajó del muérdago y Puri nos burlaba... Cada una se acomodo en la casa tranquilamente, me hubiera encantado pasar navidad como cuando pasamos año nuevo, solas y juntas, pero en ese instante note el gigantesco árbol de navidad, mis niños corriendo debajo de él e inspeccionando lo que serían sus regalos. Ellos eran lo más hermoso que tenía en la vida.